La comida tiene la facultad de variar su sabor según la combinación de elementos que haya en nuestro paladar. El vino, es un acompañante que consigue cambiar radicalmente el sabor de un queso, de un jamón o de una carne. Los vinos tintos con sabores fuertes, necesitan de una comida contundente, como una fabada o un cordero al horno. Los pescados aceptan sabores de vinos más afrutados como los blancos y algunos rosados espumosos. El vino ha formado parte de nuestra cultura culinaria desde tiempos remotos y hoy en día no extraña su presencia en cualquier comida, en donde la buena compañía, mejora aún más su sabor.
Cuando se acerca la navidad, todos comenzamos a buscar las mejores recetas navideña para agasajar con sabrosos platos a nuestros familiares y seres queridos. Vestimos nuestra mesa y decoramos nuestra casa para que todo sea especial. En este festín, no deberíamos...
El jengibre, muy conocido en la cocina asiática, es una especia y un ingrediente de alta cocina muy conocido por sus beneficios y su gran sabor. A pesar de que se puede encontrar de distintas formas como seco, confitado, cristalizado y en vinagre, la mejor opción...