En una sartén calentamos el aceite con la mantequilla y cuando esté derretida, rehogamos el puerro picado muy fino. Al cabo de unos 3-4 minutos en los que no dejaremos de remover el puerro, añadimos la sal, la pimienta y la nuez moscada.
Tapamos la sartén, bajamos el fogón al mínimo y dejamos que cueza durante unos 5-7 minutos o hasta que veamos que está blando. Añadimos el cebollino y dejamos cocer otros dos minutos.
Colocamos un crêpe en un plato y dentro ponemos una pequeña cantidad de los puerros y encima esparcimos trozos de queso de cabra. Cerramos y colocamos sobre una bandeja.
Repetimos la operación hasta que acabemos los puerros de la sartén. Metemos la bandeja en el horno precalentado a 200º C y horneamos durante 5 minutos o hasta que veamos que están dorados.
Es conveniente, comérselos nada más salir del horno, pues me da la impresión que recalentados en el microondas pierden bastante. Ya veréis que están ligeramente dulces.