Ensalada de pasta con pesto de rúcula, tomates cherry y mozzarella
Esta ensalada de pasta es una combinación ligera, sabrosa y con un punto diferente. El pesto de rúcula aporta un toque ligeramente picante y herbal que se sale de lo habitual, y contrasta muy bien con la dulzura de los tomates cherry y la suavidad de la mozzarella fresca. Juntos, estos ingredientes convierten un plato sencillo en una receta equilibrada, colorida y perfecta para los días de calor. Es fácil de preparar, gana aún más sabor tras unas horas en la nevera y funciona tanto como comida rápida, para llevar en táper o como guarnición en una barbacoa. Fácil, nutritiva, llena de sabor y lo bastante resultona como para sacarte de un apuro con nota.
Ingredientes
*Para el pesto de rúcula:
Materiales
- Una olla grande
- Un escurridor
- Un bol amplio o ensaladera para mezclar
- Una batidora de mano o de vaso
- Una tabla de cortar
- Un cuchillo afilado
- Una cuchara o lengua de cocina para mezclar
Preparación
Cuece la pasta en abundante agua con sal, siguiendo el tiempo indicado en el paquete para que quede al dente.
Mientras tanto, lava bien la rúcula, sécala y ponla en el vaso de la batidora junto con los piñones, el parmesano y el ajo (sin el germen). Tritura a velocidad baja hasta empezar a formar el pesto.
Añade una pizca de sal y vierte el aceite de oliva poco a poco, mientras sigues triturando, hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea
Cuando la pasta esté lista, escúrrela y pásala por agua fría para cortar la cocción. Trasládala a una ensaladera amplia.
Lava los tomates cherry, sécalos y córtalos en cuartos. Corta la mozzarella en dados pequeños.
Añade a la pasta el pesto de rúcula, los tomates cherry y un chorrito de aceite de oliva. Mezcla con suavidad para que el aliño se reparta bien.
Sirve la ensalada con los dados de mozzarella por encima.
Consejos y trucos
¿Cuál es la mejor forma de conservar la ensalada de pasta con pesto de rúcula?
Para mantener su frescura y sabor, guárdala en un recipiente hermético en la nevera y consúmela en un plazo de 24 horas. Así evitarás que la mozzarella pierda su textura y que el pesto se oxide.
¿Qué variaciones se pueden hacer en el pesto de rúcula para esta receta?
Puedes sustituir los piñones por nueces o almendras para darle un matiz distinto, o añadir unas gotas de zumo de limón si quieres un toque más fresco y ácido.
¿Se puede preparar esta ensalada de pasta con antelación para un pícnic o para llevar al trabajo?
Sí, es perfecta para dejar hecha con tiempo. Solo te recomendamos añadir la mozzarella justo antes de servir, para que conserve su textura cremosa.
¿Cuál es el secreto para que el pesto de rúcula quede cremoso y no amargue?
Lava bien la rúcula y sécala completamente. Usa un aceite de oliva virgen extra de buena calidad y tritura a velocidad baja para evitar que el pesto se caliente en exceso y adquiera un sabor amargo.
¿Puedo usar otro tipo de pasta en lugar de macarrones tipo penne?
Claro. Cualquier pasta corta te servirá: espirales, lacitos o incluso coditos van genial porque atrapan bien el pesto. También puedes usar pasta integral o sin gluten, si lo prefieres.
¿Se puede utilizar un pesto que no sea de rúcula?
Por supuesto. El pesto de albahaca, alla genovese, pero también puedes probar con uno de calabacín: queda muy bien en recetas frías como esta.
¿Puedo cambiar la mozzarella por otro queso?
Sí. Puedes sustituirla por queso feta, queso fresco tipo Burgos o incluso dados de un queso semicurado suave como un manchego joven. El resultado será distinto, pero mantendrá ese punto fresco que encaja muy bien en ensaladas veraniegas.
Puntúe esta receta