LANGOSTINOS AL AJILLO

Preparación

• Lo primero que hacemos es pelar los langostinos. Da igual que sean frescos o congelados, pero lo que sí importa es que estén crudos, puesto que si fueran precocinados, perderían mucho en sabor. Los pelamos, le añadimos una pizca de sal y reservamos.
• Por otro lado, pelamos y laminamos los ajos. Aunque no es necesario, a mí me gusta dejar los ajos y la guindilla seca sumergidos en el aceite con el que vamos a preparar la receta, al menos un par de horas. Así el aceite va adquiriendo un ligero aroma a ajo, y bajo mi punto de vista, le da un toque especial al plato. Lo dicho, cogemos una cazuelita de barro, añadimos aceite hasta la mitad, e introducimos el ajo y la guindilla. Si quieres lo dejas macerar, o si no, directamente al fuego.
• Lo ponemos a fuego fuerte, y cuando los ajos empiecen a flotar, será el momento optimo para añadir los langostinos. Lo dejamos 1 minuto, y luego le damos la vuelta. Ahora otro minuto más de cocción, y los langostinos al ajillo ya estarán en su punto.
• No lo dejes más tiempo, ya que se terminarán pasando los langostinos. Recuerda que el recipiente de barro guarda mucho calor, y entre lo que apartemos del fuego, servimos en la mesa, y los comensales esperan a que se enfríen un poco; los langostinos se siguen cocinando. Bueno, pues apartamos del fuego, añadimos perejil picado y directamente a la mesa. Además, le da mucha vista tener el plato en la mesa y que aún siga el aceite hirviendo.
  
  Buen provecho.