Mayonesa proteica de huevo cocido: ligera, sabrosa y sin aceite
Hecha con huevo cocido, mostaza y vinagre, esta mayonesa proteica no lleva nada de aceite, es rica en proteínas y tiene muy pocas calorías. Ligera, cremosa y con mucho sabor, es perfecta para quienes buscan una alternativa saludable a la mayonesa tradicional. Ideal para acompañar ensaladas, verduras, sándwiches o como base para patés ligeros. Se prepara en solo unos minutos y con ingredientes sencillos, pero ofrece un resultado sorprendente, funcional y lleno de sabor, sin complicaciones. Pruébala. Te contamos el paso a paso justo aquí abajo↓↓
Ingredientes
Materiales
- Cacerola
- Batidora de mano
Preparación
Coloca los huevos en un cazo con agua y ponlo a fuego medio-alto. Cuando empiece a hervir, cuenta 10 minutos de cocción. Después, apaga el fuego, pásalos a agua fría y espera unos minutos antes de pelarlos.
Coloca todos los ingredientes en el vaso de la batidora de mano.
Tritura hasta que quede una mezcla homogénea. Si lo necesitas, añade un poco más de agua para ajustar la textura a tu gusto
Pasa la mayonesa a un tarro, ciérralo bien y guárdalo en la nevera hasta el momento de servir.
¡Y listo!
Consejos y trucos
¿Cuánto dura esta mayonesa de huevo cocido en la nevera?
Esta versión proteica dura unos 3 días en el frigorífico, siempre que se conserve en un tarro de cristal bien limpio y cerrado. Como no lleva conservantes ni aceite, es más delicada que la mayonesa convencional. Para mantener su sabor y seguridad, consérvala siempre en frío y evita dejarla a temperatura ambiente durante mucho tiempo. Si notas cambios de olor, color o textura, lo mejor es desecharla. Un truco: prepara solo la cantidad que vayas a usar y utiliza cucharas limpias para evitar contaminaciones.
¿Se puede sustituir la mostaza?
Sí. Si no te gusta la mostaza o no tienes en casa, puedes usar yogur natural con un toque de cúrcuma o pimentón dulce, que aportan color y sabor. También puedes añadir hierbas frescas como perejil o cebollino, combinadas con unas gotas de zumo de limón para dar acidez. Aun así, la mostaza ayuda a dar cremosidad y un sabor más definido, así que merece la pena probar con una variedad más suave antes de prescindir de ella por completo. Lo importante es mantener el equilibrio entre acidez, textura y sabor.
¿Es adecuada para dietas?
Sin duda, esta mayonesa es ideal si estás a dieta. No lleva aceite y está hecha a base de huevo cocido, lo que aumenta su contenido proteico y reduce las calorías y las grasas. Es perfecta para quienes siguen una alimentación baja en carbohidratos, cetogénica o simplemente quieren evitar ultraprocesados. Además, está llena de sabor y es muy versátil: va genial con ensaladas, bocadillos, verduras a la plancha o como base de cremas untables más ligeras.
¿Se corta esta mayonesa?
Es difícil que se corte como la mayonesa con aceite, pero puede quedar algo arenosa si los huevos están fríos o no se han triturado bien. Para conseguir una textura cremosa, lo ideal es usar los huevos aún templados y batirlos con una batidora potente. Si queda demasiado espesa, añade un poco de agua o vinagre hasta que tenga la consistencia deseada. Y un truco extra: tamizar las yemas antes de batir puede dejarla más fina aún.
¿Cómo hacerla más cremosa?
Algunos trucos marcan la diferencia. Usa huevos bien cocidos y aún algo tibios. Bate un poco más de tiempo y añade, si quieres, un chorrito de agua, un toque de yogur natural desnatado o incluso unas gotas de aceite suave para ajustar la textura. Si quieres una textura ultra fina, tamiza las yemas antes de batir. Y, por último, respeta el equilibrio entre ingredientes ácidos (como vinagre o limón) y los que aportan cuerpo, para lograr una mayonesa ligera y suave.
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