Cortamos las rebanadas de pan de molde con diferentes figuras. Puede ser dividiendo la rebanada en 4 partes, en forma de cruz o usando corta-pastas de diferentes formas.
Se haga como se haga hay que contar que las figuras vayan siempre de 2 en 2.
Si vais a hacer una mezcla de quesos, como en este caso, cortar ambos quesos en lonchitas muy muy finas, meclarlas y amasarlas hasta formar una nueva masa compacta con ambos.
Luego lo aplastamos con un rodillo, la mano, botella -allá cada uno- procurando que quede del mismo grosor que el pan y cortamos al mismo tamaño y forma que éste.
En un bol echamos la leche, la nuéz moscada y la pimienta blanca. Removemos.
Se empapan las rebanadas de pan para que queden jugosas y se monta: 1 rebanada de pan + 1 trozo de queso + 1 rebanada de pan.
Junto al queso podemos poner una rodaja finita de aceituna, media anchoa, una uva para crear contraste.
Pinchamos todo con un palillo para asegurarnos de que queda bien fijo y pasamos de nuevo por la leche, asegurándonos ahora sí de que los bordes se mojan bien.
Freimos en abundante aceite. Y dejamos un rato en un plato con papel absorvente.
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