16 guarniciones navideñas para el plato principal

En España, los acompañamientos no son un simple complemento: son los que terminan de dar sentido al plato principal. Un cochinillo puede estar perfecto, pero si se presenta junto a una guarnición sin gracia, pierde encanto. Y al contrario: unas buenas verduras asadas o un simple puré de patatas, pero bien hecho, elevan cualquier comida de fiesta. Aquí tienes algunas de las combinaciones que mejor funcionan para que puedan inspirarte:

Qué guarniciones puedo servir con platos de carne

• Cordero asado: El cordero asado agradece guarniciones que acompañen su sabor sin imponerse. Nada funciona mejor que unas patatas panaderas que se cocinen en el mismo jugo, absorbiendo toda su esencia, y un toque fresco o ligeramente dulce al lado: una ensalada templada con granada, unos pimientos del piquillo confitados o unas zanahorias glaseadas. Son acompañamientos fáciles y capaces de equilibrar la untuosidad del cordero sin restarle presencia.
• Cochinillo o cerdo asado: El cerdo asado, ya sea cochinillo, paleta o lomo, gana muchísimo cuando se acompaña con un punto dulce y alguna verdura suave. Un puré de manzana casero resuelve el plato casi sin esfuerzo, igual que una lombarda salteada con manzana o unas chalotas asadas que aportan brillo y un dulzor amable. Son guarniciones que se preparan sin complicaciones, que armonizan los sabores y que convierten un asado tradicional en un plato equilibrado y muy festivo.
• Capón o pollo de corral: El capón, más delicado y aromático que un pollo común, pide acompañamientos que sumen sin tapar su sabor. Un arroz pilaf con frutos secos, unas setas salteadas con ajo y perejil o un puré de patatas o de boniato con un chorrito de aceite bueno aportan textura, suavidad y un punto casero que redondea el conjunto.
• Jamón asado o lacón al horno: Funciona muy bien con frutas asadas de invierno, como manzana, pera o membrillo, que aportan un contraste dulce y aromático más elegante que la compota clásica. También combina de maravilla con boniato asado con mantequilla especiada, que da calidez sin resultar pesado, o con unas zanahorias baby glaseadas con miel y naranja, que suman color y un perfume muy navideño. 

Qué guarniciones puedo servir con platos de pescado

• Merluza al horno: Suave, ligera y capaz de agradar a todo el mundo. Acompaña de maravilla con unas patatas panaderas finas con cebolla confitada, que le dan fondo sin apelmazar, y un salteado de espárragos y setas que aporta perfume y textura. También le sienta especialmente bien una velouté ligera de marisco o unos puerros confitados. Para dar un toque navideño, unas almejas abiertas al vapor con vino blanco y perejil completan el conjunto con elegancia.
• Lubina al horno o a la sal: Un pescado noble y agradecido, perfecto para mesas grandes. Sus guarniciones deben aportar frescor y equilibrio. Funciona muy bien con unas patatas al vapor con emulsión de aceite y cítricos, y con unas verduras asadas al dente, como hinojo, zanahoria baby y guisantes. Si se sirve a la sal, el toque festivo llega con una emulsión suave de cítricos, una vinagreta templada de frutos secos o una ensalada tibia de naranja y granada.
• Dorada al horno: Acompáñala de unos tomates cherry confitados con ajo y tomillo o de una parmentier ligera de patata o apionabo, perfecta para darle estructura al plato. También combina bien con unas alcachofas salteadas con limón, que aportan frescor, o con unas zanahorias glaseadas con mantequilla y anís estrellado. Para un punto más sofisticado, una salsa verde muy fina o un toque de aceite infusionado en hierbas pueden redondear el plato.
•  Bacalao:  Este gran clásico navideño en muchas zonas va de maravilla con unos pimientos del piquillo confitados. Si se hace al horno, una cama de patatas y cebolla muy finas concentra jugo y aroma; si está confitado, unas espinacas salteadas con pasas y piñones lo elevan a un registro más festivo.

Guarniciones navideñas para un plato vegetariano

• Parmentier de apionabo o boniato: Aporta una textura sedosa y un sabor suave que envuelve cualquier plato vegetal sin robarle presencia. Es una alternativa elegante a los purés tradicionales y combina de maravilla con verduras asadas, hojaldres o tartas saladas.
• Verduras glaseadas con cítricos y miel: Zanahorias baby, calabaza o chirivía cocinadas despacio con mantequilla, miel y un toque de naranja. Aportan brillo, un dulzor natural muy festivo y ese color cálido que ilumina la mesa en Navidad.
• Puerros gratinados con parmesano o queso curado: Un acompañamiento suave y delicado. El puerro, cocinado lentamente, queda mantecoso, y el gratinado aporta un punto dorado y aromático que eleva cualquier plato principal sin complicar la receta.
• Col lombarda estofada con manzana y especias: Un clásico navideño en muchas casas. Su dulzor ligero y su toque ácido equilibran guisos vegetales, asados de verduras o platos con queso, aportando color y un aroma muy de invierno.
• Setas salteadas con ajo, tomillo y un chorrito de vino blanco: Un acompañamiento rápido y muy aromático. Aporta umami, profundidad y una textura jugosa que combina especialmente bien con hojaldres, pasteles vegetales o platos de verduras al horno.