Pinsa italiana deliciosa y muy rápida de preparar
¿Te apetece una pizza exprés? Entonces tienes que probar la pinsa: una base precocida de masa ligera y aireada, Dorada por fuera, sorprendentemente esponjosa por dentro. Ideal para una cena rápida sin renunciar al sabor. En esta versión la acompañamos con una salsa de tomate casera, mozzarella derretida, jamón serrano y un poco de rúcula fresca para darle un contrapunto más ligero. Un chorrito de aceite de oliva por encima, unos minutos al horno… ¡y lista para disfrutar!
Ingredientes
Materiales
- Picadora o batidora (opcional)
- Prensaajos (opcional)
Preparación
Pon el tomate troceado al natural, el aceite de oliva, la sal, la pimienta y el diente de ajo en el vaso de la batidora o picadora y tritura todo junto.
Extiende la salsa sobre la base de pinsa
Hornea la pinsa según las instrucciones del envase. En este caso, 5 minutos en horno precalentado a 220 °C, directamente en su envase (si es apta para horno).
Sacar del horno y, sobre el tomate, añade la rúcula lavada, la mozzarella cortada en trozos y las lonchas de jamón serrano por encima.
Termina con un chorrito de aceite de oliva y… ¡lista para servir!
Consejos y trucos
¿Qué diferencia a la pinsa de una pizza tradicional?
La pinsa tiene una base precocida que es ligera y aireada, con una textura dorada por fuera y esponjosa por dentro, lo que la hace más ligera y rápida de preparar que una pizza tradicional.
¿Cómo puedo preparar una salsa de tomate casera rápida para la pinsa?
Solo necesitas triturar tomate troceado al natural con aceite de oliva virgen extra, ajo, sal y pimienta para obtener una salsa fresca y sabrosa en pocos minutos.
¿Se puede preparar la pinsa con antelación y recalentarla?
Lo ideal es disfrutarla justo después de hornear, para que esté crujiente y la rúcula no se mustie. Pero si necesitas recalentarla, unos minutos en horno caliente bastan.
¿Por qué es importante añadir la rúcula después de hornear la pinsa?
La rúcula se añade al final para mantener su frescura y textura crujiente, aportando un contrapunto ligero y fresco que complementa los ingredientes calientes.
¿Puedo usar otro tipo de queso en lugar de mozzarella fresca?
Sí, aunque la mozzarella fresca se funde perfectamente y aporta cremosidad, puedes experimentar con quesos que se derritan bien, como el provolone o el queso de cabra para variar sabores.
¿Cómo elegir bien los ingredientes?
Elige una mozzarella fresca, un jamón serrano de calidad, tomates pelados al natural y rúcula fresca para lograr un equilibrio perfecto entre suavidad, salado y frescor. También puedes añadir unos piñones tostados si te apetece dar un toque crujiente.
►Mozzarella: mejor fresca y bien escurrida. Puedes añadirla antes o después del horneado. ¿Te apetece más cremosidad? Usa burrata.
►Jamón serrano: elige lonchas finas y de buena calidad. Si prefieres una versión vegetariana, simplemente omítelo o cambia por unas lascas de queso curado.
►Rúcula: se puede sustituir por hojas de albahaca o un poco de orégano.
►Salsa de base: si no quieres usar tomate, prueba con pesto, hummus o una base de queso crema.
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Comentarios
AlejandroF
No das la receta de la masa ,que es lo mas importante









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