Cuando el calor aprieta, platos tan exquisitos como un cocido o pasta con nata y bacon no son precisamente los más apetecibles. Nuestras necesidades alimentarias no cambian durante el verano pero nuestros gustos son diferentes de forma que buscamos platos más frescos...
La morcilla de Burgos, la chistorra de Navarra, pimientos a la parrilla, bacalao a la riojana, queso manchego, jamón serrano... ¿Y si a cada plato se le asignara un color? Tendríamos una gran variedad de paleta de colores!