Los postres con merengue que más conquistan a nuestros lectores

En mi casa, las claras de huevo nunca se tiraban. Si mi madre o mi abuela preparaban tocino de cielo, natillas o crema catalana, las claras se reservaban como un tesoro: en un cuenco, en la nevera, cubiertas con un platito, esperando su momento. Y basta con evocar ese gesto para que el presente se me vuelva más dulce.
Hay muchas formas de aprovecharlas, sí, pero en casa esa sustancia viscosa y translúcida solo quería decir una cosa: tocaba merengue. Ligero, caprichoso, brillante. Un merengue con el que luego se elaboraban postres más vistosos, especialmente si era domingo o había visita. Hoy, entre recuerdos, antojos y celebraciones, recopilamos los postres preferidos por nuestros lectores, en los que el merengue es el verdadero protagonista.
Tarta de limón y merengue

Hay algo fascinante en la combinación de ácido y dulce, como un pequeño duelo en la boca. La tarta de limón y merengue es eso: una cuchara que atraviesa el merengue tostado, se hunde en la crema de limón y roza la base firme. Un viaje. Refrescante y goloso, es el postre que muchos eligen para cerrar una comida elegante. El secreto está en el equilibrio de sabores y texturas. Puede parecer un postre técnico, y en parte lo es, pero siguiendo nuestro paso a paso descubrirás que resulta mucho más fácil de lo que imaginas.
Receta completa ❘ Tarta de limón y merengue
Pavlova

La pavlova es de esos postres que, al servirlos, dejan a los comensales en silencio (y con los ojos muy abiertos) durante unos segundos. Una base de merengue coronada con nata montada y decorada con fruta fresca, habitualmente con fresas…Todo eso combinado para conseguir un postre llamativo y delicioso. El secreto está en el merengue francés, que se hornea sin prisas y se enfría con calma. Después, solo queda añadir la nata montada y la fruta fresca justo antes de que comience el festín. Y no, no hace falta ser pastelero para atreverse con ella: basta un poco de paciencia, ganas de lucirse y seguir nuestro paso a paso sin perderse detalle.
Receta completa ❘ Pavlova de fresas
Macarons

Pequeños, coloridos, delicados. Hablar de macarons es pensar en París, en escaparates refinados y en cajas de colores pastel. Estos bocados frágiles y quebradizos se han convertido en un icono de la repostería. Preparar esas dos conchas de merengue de almendra unidas por una ganache o una crema requiere técnica y precisión. Porque lo bonito, a veces, también exige. Los macarons tienen fama de caprichosos: la masa debe tener la textura exacta, el horno debe estar en su punto y la paciencia es parte imprescindible del proceso. Pero con una buena receta, algunos consejos y un par de intentos, se descubre por qué merece la pena. Y mucho.
Receta completa ❘ Macarons de chocolate
Pastelitos de chocolate y merengue

Hay postres que parecen salidos de una pastelería elegante y otros que, con el primer bocado, te hacen cerrar los ojos. Estos pastelitos de chocolate y merengue tienen un poco de ambas cosas: discos de merengue seco, montados como pequeños sándwiches, cubiertos con una crema suave y virutas de chocolate.
El contraste lo es todo: la ligereza del merengue, la cremosidad del chocolate, el frescor de la nata montada. No es un postre difícil, pero sí de los que agradecen mimo. Solo hacen falta claras bien montadas, un horneado paciente y una crema que se deshace en la boca. Un dulce para sorprender sin complicarse demasiado.
Receta completa ❘ Pastelitos de chocolate y merengue
Islas flotantes

Las islas flotantes tienen algo de postre viejuno que mezcla la elegancia con la nostalgia. Merengue pochado, ligero, casi etéreo, que flota sobre una crema inglesa suave y tibia, con hilos de caramelo por encima. Un postre sencillo, pensado para dar buen uso a las claras de huevo. No necesita horno, solo un baño caliente y algo de paciencia. El merengue se cuece poco a poco hasta que toma cuerpo sin perder su ternura. Luego se sirve sobre la crema aromatizada con vainilla. En definitiva, un postre ligero pero memorable.
Receta completa ❘ Islas flotantes
Saint honoré

La Saint Honoré no es un postre discreto. Es un postre excesivo en todos los sentidos. Lleva de todo: una base de masa de hojaldre, profiteroles rellenos, caramelo que se rompe al morder y una corona de merengue que parece hecha para presumir. Es el típico dulce que no se lleva a cualquier sitio, sino a una comida con invitados y ganas de impresionar. Montarla tiene su faena, no vamos a engañarnos, pero merece la pena. Especialmente por ese merengue bien montado y tostado, que remata el conjunto.
Receta completa ❘ Saint Honoré
¿Y tú?
¿A cuál de estos postres con merengue no te resistirías? ¿Qué se preparaba en tu casa cuando sobraban claras de huevo? Cuéntanos en los comentarios cuál es tu favorito, o qué receta con merengue guardas como un tesoro. Y si te animas a prepararlos, en Petitchef encontrarás las recetas completas. Nosotros ya estamos calentando el horno.
Puede que también te interese:

Comentarios