Este plato es el plato oficial de Filipinas, el más conocido a nivel internacional. A pesar de que la palabra "adobo" es española, la técnica de cocina es la que utilizaban en Filipinas. Ya que antiguamente no había forma de mantener fresca la carne, ésta se conservaba en vinagre y sal. Los españoles que colonizaron Filipinas a finales del s. XVI, principios del s. XVII denominaron adobo a este guiso.
Se limpia el pollo de grasa. Se pone en un bol con la soja y se deja marinando en la nevera durante 30 minutos o 1 hora.
Pasado este tiempo se saca el pollo de la marinada, se escurre y se pone con la piel boca abajo en una sarten al fuego medio alto para que se vayan calentando a la vez la sartén y el pollo y vaya soltando toda la grasilla del pollo. Se deja en el fuego durante 10 minutos. Pasado este tiempo se saca y se reserva en un plato. La parte de la piel debería quedar así:
La otra parte del pollo, como se ve en la foto, no está cocinado, sólo la parte de la piel. La grasa que ha soltado se echa en un frasco porque es para tirar. Dejamos la sarten sin nada de grasa.
Mientras el pollo se esta dorando, en el bol donde hemos dejado la salsa de soja donde se ha marinado el pollo añadimos el vinagre, los ajos, el laurel y la pimienta. Mezclamos para que fundan todos los ingredientes.
Volver a poner el pollo, de nuevo con la piel boca abajo, en la sarten a fuego medio alto y añadir la mezcla de coco. Cuando empiece a hervir bajar el fuego a medio bajo durante 20 minutos, sin tapar.
Pasado este tiempo dar la vuelta a las piezas de pollo y dejar otros 15 minutos.
Pasados los 15 minutos reservar el pollo en otro plato. Sacar las hojas de laurel de la sarten y reducir la salsa durante 5 minutos.Napar el pollo con la salsa reducida, echar por encima anillitas de ajo tierno y servir con arroz blanco.