El melón: trucos para elegirlo bien, conservarlo sin que pierda sabor y 3 recetas frescas para el verano
Dulce, fragante y con un alto contenido en agua, el melón es uno de los grandes protagonistas del verano. Pero para disfrutarlo de verdad, hay que saber elegirlo bien. ¿Cómo saber si está en su punto? ¿Cómo conservarlo sin que pierda sabor ni textura? Y, sobre todo, ¿cómo sacarlo de lo de siempre y usarlo en recetas más originales? Aquí tienes todo lo que necesitas saber para no fallar con este clásico estival: consejos prácticos, trucos de conservación y tres ideas de recetas frescas para aprovecharlo al máximo.
¿Cómo elegir un buen melón?
Tanto en el mercado como en el supermercado, es fácil caer en la tentación de coger el primero que veamos. Pero hay varias pistas que pueden ayudarte a saber si un melón está maduro:
- Peso: debe resultar pesado en relación con su tamaño, señal de que tiene una pulpa jugosa.
- El aroma: si desprende un perfume dulce e intenso, es buena señal.
- El pedúnculo: si se desprende con facilidad, el melón está en su punto justo.
- La piel: las estrías deben estar bien marcadas y, al presionar ligeramente, debe ceder un poco.
¿Cómo conservar un melón?
Si aún no lo has abierto, lo mejor es dejarlo a temperatura ambiente. Una vez cortado, consérvalo en la nevera, bien envuelto en film o en un recipiente hermético. Y un detalle importante: guárdalo separado de otros alimentos, porque su aroma se impregna con facilidad.
3 recetas frescas con melón
El melón, un imprescindible del verano
El melón es uno de esos frutos que el verano pone en su punto perfecto: ligero, refrescante, bajo en calorías y rico en betacarotenos, es un gran aliado para mantener la piel hidratada cuando el calor aprieta. Ya sea en platos dulces o en combinaciones saladas, se cuela con facilidad en la mesa y convierte cualquier comida en algo ligero, sabroso y lleno de frescura.
Adèle Peyches


Comentarios