Surimi: lo que realmente estás comiendo

¿Alguna vez ha pedido una ensalada de marisco o sushi de cangrejo y ha pensado:"Sabe diferente a lo habitual..."? Probablemente estaba comiendo surimi, el enigmático "falso cangrejo " que lleva años apareciendo en nuestros platos sin que nos demos cuenta. Pero, ¿qué es realmente el surimi? ¿Cómo se produce? ¿Es sano o esconde alguna insidia? Juntos descubriremos la verdad sobre este misterioso alimento que ha conquistado restaurantes, supermercados y cocinas de todo el mundo.
Qué es el surimi: la verdad bajo la superficie
A pesar de su aspecto y sabor, el surimi no es cangrejo. Ni siquiera lo roza. Se trata de una pasta alimentaria elaborada a partir de pescado blanco, normalmente bacalao de Alaska, merluza u otros pescados de carne magra, que se pica minuciosamente, se lava repetidas veces para eliminar grasa e impurezas, y después se mezcla con almidones, espesantes, azúcar, sal, aromas artificiales y colorantes. El resultado es una masa moldeable, sin sabor propio, diseñada para imitar el gusto y la textura de la carne de cangrejo. De ahí que muchas veces se comercialice como “carne de cangrejo artificial”.
La palabra surimi significa literalmente “pescado picado” en japonés. Su uso se remonta a hace más de 900 años, cuando la cocina japonesa lo utilizaba como método de conservación. Sin embargo, no fue hasta los años 70 cuando empezó a extenderse por los mercados occidentales, gracias a su bajo precio, su duración y su facilidad de uso en la industria alimentaria.
¿Por qué se utiliza surimi en lugar de cangrejo auténtico?
La respuesta es simple: el coste. El cangrejo auténtico es caro, requiere limpieza cuidadosa y se estropea con rapidez. El surimi, en cambio, es económico, se conserva fácilmente y tiene una larga vida útil. Por eso muchas empresas optan por incluirlo en sus productos para reducir costes y ofrecer platos con apariencia “sofisticada”, sin que esa sustitución se comunique siempre de forma clara al consumidor.
¿Dónde se encuentra el surimi?
Hoy en día, el surimi está presente en una amplia gama de productos industriales: desde sushi y ensaladas de marisco hasta aperitivos congelados y platos preparados. No se limita a los makis o los nigiris; también aparece en barritas de pescado, canapés de mar, ensaladas envasadas y otros productos listos para consumir. Un consejo: lee siempre la etiqueta. Si ves expresiones como “preparado de pescado” o simplemente “surimi”, estás ante el conocido “falso cangrejo”.
¿Es sano el surimi o es malo para la salud?
Desde el punto de vista nutricional, el surimi ofrece luces y sombras. A su favor, hay que decir que es rico en proteínas y bajo en grasa, lo que puede resultar atractivo para quienes siguen una dieta hipocalórica. Sin embargo, suele incluir aditivos, azúcar, sal y colorantes, lo que reduce considerablemente su valor nutricional. Además, a diferencia del pescado fresco, apenas aporta omega-3, y el proceso industrial que sufre puede deteriorar la calidad de sus proteínas.
Conclusión: ¿comer surimi o evitarlo?
El surimi no es perjudicial, pero tampoco se le puede considerar un alimento especialmente beneficioso. Es un producto industrial, asequible y cómodo, que puede consumirse de manera ocasional dentro de una dieta equilibrada. Lo más recomendable es no abusar de él y dar prioridad a opciones más naturales y menos procesadas, con mayor contenido nutricional y sin aditivos.
Porque, al final, elegir bien empieza por saber qué hay en tu plato. Y ahora ya lo sabes.
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Comentarios
ximena_p2024
No me sorprende lo del alimento japonés Camimi, o Surimi , pensé que era peor, que lo hacían con Gibia. lo mejor es no comprarlo.