Olvídate del ventilador: lo que de verdad alivia el calor extremo

martes 1 julio 2025 10:38 - Mirella Mendonça
Olvídate del ventilador: lo que de verdad alivia el calor extremo

Cuando el calor aprieta de verdad, el ventilador no siempre es suficiente. A veces solo mueve aire caliente de un lado a otro y, en el peor de los casos, reseca aún más el ambiente. Entonces… ¿qué funciona de verdad para sobrellevar una ola de calor? Aquí tienes algunas estrategias eficaces (y sorprendentes) para refrescar cuerpo y mente, incluso en los días más sofocantes.


1. Hidrátate bien (y no solo con agua)

Beber agua es básico, sí, pero si le añades rodajas de pepino, hojas de menta o unas gotas de limón, el efecto es aún más refrescante y ayuda a bajar la temperatura interna. También ayudan los zumos naturales y ligeros, hechos con frutas ricas en agua como la sandía, el melón, la naranja o la piña.

Un consejo extra: evita las bebidas muy azucaradas o alcohólicas, ya que deshidratan más de lo que ayudan.

2. Come alimentos que te "refresquen" de verdad

Sí, hay alimentos que te calientan y alimentos que te enfrían. Cuando hace mucho calor, lo ideal son los alimentos frescos, ricos en agua y fáciles de digerir:

  • Pepino, lechuga, rúcula, canónigos
  • Frutas con alto contenido en agua: sandía, mango, kiwi, uva
  • Yogures naturales y kéfir
  • Tortitas frías, wraps o ensaladas con ingredientes frescos

Evita platos copiosos, fritos y los alimentos excesivamente calientes, que elevan la termogénesis y hacen que tu cuerpo produzca aún más calor.

3. Utilizar paños fríos en las zonas adecuadas

No te excedas. Un paño ligeramente frío o una bolsa térmica en zonas como la nuca, las muñecas, las axilas o detrás de las rodillas ayuda a bajar la temperatura corporal de forma rápida y segura.

4. Pulveriza agua sobre la piel (y en el ambiente)

Un pulverizador con agua fría (puedes añadirle unas hojas de menta o té helado de manzanilla) puede proporcionarte un alivio inmediato. Rocíalo en brazos, nuca, piernas o incluso sobre la ropa. También sirve para refrescar el ambiente, sobre todo si el aire está muy seco.

5. Mejor una ducha templada que muy fría

Parece contradictorio, pero una ducha muy fría provoca un choque térmico y hace que el cuerpo intente calentarse de nuevo. Una ducha templada, en cambio, ayuda a refrescarse sin forzar al organismo.

6. Cambia las sábanas por tejidos ligeros y transpirables

Para dormir, opta por tejidos como el algodón, el lino o la viscosa, que permiten que la piel respire. Evita los materiales sintéticos y gruesos, que atrapan el calor y dificultan el descanso.

7. Plantas y sombra: frescor natural (y bonito)

Tener plantas naturales en casa ayuda a mantener la humedad del aire e incluso puede reducir la temperatura de las estancias. Algunas ideales para interior son el espatifilo, el helecho, la cinta, el potus o la areca.

¿Y el ventilador?

Funciona, claro, pero no siempre es suficiente. En espacios o ambientes muy calurosos, solo mueve aire caliente y puede resecar ojos, piel y garganta. El truco: coloca delante del ventilador un cuenco con hielo o una botella congelada. Así, el aire que mueve será más fresco.

Refrescarse no depende solo de un aparato

Hacer frente al calor extremo va mucho más allá de encender el ventilador al máximo. La clave está en adaptar lo que comes, bebes, vistes e incluso cómo ventilas tu casa. Con unos cuantos gestos sencillos en el día a día, es posible llevarlo mejor: con más bienestar, menos agobios… y sintiéndote bien contigo mismo.

Mirella MendonçaMirella Mendonça
Soy responsable editorial de Petitchef (Portugal y Brasil) y una gran apasionada de los viajes y la gastronomía mundial, siempre en busca de nuevos sabores y experiencias. Sin embargo, por más que me encante explorar las delicias de diferentes culturas, la cocina de mi madre siempre será mi favorita, con ese sabor único que solo ella sabe crear.

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