¿Es cierto que la mantequilla alivia las quemaduras leves?

jueves 19 junio 2025 09:30 - Patricia González
¿Es cierto que la mantequilla alivia las quemaduras leves?

En casa de mi abuela, había un remedio para casi todo. Una cucharada de miel templada si tenías tos. Paños empapados de agua y vinagre sobre la frente si se te subía la fiebre. Y, por supuesto, un poco de mantequilla untada sobre la quemadura cuando te pasabas de listo con la sartén. El gesto era casi automático: abrías la nevera, tomabas un pequeño bloque envuelto en papel dorado, lo deslizabas sobre la piel ardida y esperabas el alivio. O, al menos, algo parecido a consuelo.

Pero aquí estamos, varias generaciones después, y es inevitable preguntarse: ¿qué opinan hoy la ciencia y los organismos oficiales del truco de mi abuela?


Un mito con aroma a cocina

El gesto de recurrir a la mantequilla tiene más historia de lo que parece. Su popularidad se disparó en el siglo XIX, cuando el cirujano militar Friedrich von Esmarch, pionero en los primeros auxilios, recomendó en su manual de medicina de guerra cubrir las quemaduras con grasa, aceite o mantequilla. La lógica de la época era crear una barrera para proteger la herida del aire y la suciedad, evitando infecciones y acelerando la curación.

Pero... ¿Es cierto que aplicar mantequilla alivia las quemaduras leves?

La respuesta rápida: No.

Aunque aplicar mantequilla sobre una quemadura es un remedio casero ampliamente difundido, puede empeorar la lesión. Organismos como la Asociación Española de Quemaduras (AEQUE), la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) y el Servicio Nacional de Salud británico (NHS) coinciden: no debe usarse en ningún caso.

¿Por qué es una mala idea?

Hoy, con los avances de la medicina, sabemos que ese método no solo es ineficaz, sino contraproducente. La grasa:

  • Retiene el calor: La grasa de la mantequilla impide que se disipe el calor, lo que puede empeorar el daño en capas profundas de la piel
  • Aumenta el riesgo de infección: No es un producto estéril, lo que favorece la proliferación de bacterias y complica la cicatrización
  • Dificulta el tratamiento clínico: Al cubrir la zona con grasa, cubre signos visibles, complica la limpieza y frena la cura adecuada que las guías clínicas españolas recomiendan.

Por eso, aunque el alivio momentáneo que produce el frescor de la mantequilla pueda resultar tentador, no es un método seguro ni eficaz para tratar quemaduras.

¿Qué recomiendan los profesionales ante una quemadura leve?

  • Enfriar la zona afectada. Mantener la piel bajo agua templada (nunca fría o con hielo) durante 10 a 20 minutos. Si no es posible, usar compresas humedecidas.
  • Quitar ropa o joyas cercanas, salvo si están pegadas a la piel
  • Limpiar suavemente con agua y jabón neutro.
  • Cubrir con apósito estéril o film, nunca mantequilla ni ungüentos grasos.
  • Aliviar el dolor con paracetamol o ibuprofeno según necesidad.

Los remedios tradicionales que no se deben usar

  • Mantequilla, aceites o ungüentos grasos: atrapan calor y alteran la limpieza del área.
  • Hielo o agua muy fría: pueden causar cristalización del agua intracelular, empeorando la lesión
  • Pasta de dientes, yogur, clara de huevo, etc.: carecen de respaldo clínico y también suponen riesgo de infección.

Así que...

Aunque extendido en la cultura doméstica, aplicar mantequilla en quemaduras no solo es ineficaz, sino que puede empeorar la lesión. Las recomendaciones médicas en España son claras: enfriar con agua tibia, limpiar, cubrir adecuadamente y consultar si es necesario. Mitos culinarios, sí; remedios médicos, no.

¿Y tú?

¿Alguna vez te aplicaste mantequilla, u otro remedio casero, para calmar una quemadura? ¿Te enseñaron ese truco en casa o lo descubriste por tu cuenta? ¿Conoces a alguien que lo siga recomendando?

Cuéntanos tu experiencia en los comentarios: ¿qué hacías antes y qué harás ahora? Porque lo cierto es que nuestras abuelas, con todo su amor, su sabiduría práctica y esas ganas inmensas de cuidarnos, a veces también se guiaban por ideas que no estaban del todo fundamentadas por la ciencia.

Patricia GonzálezPatricia González
Apasionada por la cocina y el buen comer, mi vida se mueve entre palabras bien escogidas y cucharas de madera. Responsable pero despistada. Periodista y redactora con años de experiencia, encontré mi rincón ideal en Francia, donde trabajo como redactora para Petitchef. Me encantan el Bœuf bourguignon pero echo de menos el salmorejo de mi madre. Aquí combino mi amor por la escritura y los sabores suculentos para servir recetas e historias sobre cocina que espero te inspiren. La tortilla, me gusta con cebolla y poco hecha : )

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