En un recipiente tamizamos 60 gramos de harina de fuerza. Ahora en un cazo ponemos la leche y la llevamos a ebullición. Añadimos la leche junto con la harina y lo mezclamos bien hasta conseguir una mezcla cremosa. Dejamos que se atempere un poco.
Ahora en un vaso desmenuzamos la levadura, añadimos 10 gr de azúcar y 30 ml de agua tibia y lo mezclamos bien hasta disolver completamente la levadura. Y lo dejamos en reposo unos 10 o 15 minutos para que se active la levadura. Sabrás que está activada cuando remuevas y le salgan burbujas.
Ahora añadimos la levadura al recipiente, también añadimos una yema de huevo, el resto del azúcar y lo mezclamos hasta integrarlo todo. Cuando ya está bien mezclado, añadimos el resto de la harina tamizada y también añadimos media cucharadita de sal. Y vamos removiendo hasta que se integre la harina, primero nos ayudamos de una espátula y después si se quiere se puede hacerlo con las manos. Ahora no hace falta que esté muy amasado, solamente queremos que la harina este integrada. Cubrimos con papel film y dejamos que repose unos 20 minutos.
Después añadimos la masa a la superficie de trabajo y amasamos hasta conseguir una masa lisa y sin grumos.
Ahora extendemos la masa con las manos y añadimos la mantequilla a temperatura ambiente. Y amasamos hasta que se incorpore la mantequilla, al principio parece que la masa se os está deshaciendo, pero es normal, vosotros seguid amasando y al final conseguiréis una masa bien lisa y homogénea. Yo en total he amasado unos 12 minutos. Ahora dejamos la masa en un recipiente, la cubrimos con papel film y la dejaremos hasta que doble su volumen, en mi caso ha tardado una hora aproximadamente.
Ahora le quitamos el aire a la masa, la cubrimos con papel film y volvemos a dejar en reposo hasta que doble su volumen. Después, añadimos un poco de harina a la superficie de trabajo, colocamos la masa y amasamos un minuto para quitar el aire a la masa. Pesamos la masa y la dividimos en 8 partes iguales.
Ahora cogemos una parte de la masa, hacemos una bola y después la aplanamos con los dedos, después vamos enrollando la masa sobre sí misma y metiendo los extremos hacia dentro, dándole forma de panecillo. Vamos a hacer otro para que os quede claro. Primero aplanamos con los dedos, ahora vamos enrollando la masa sobre sí misma y vamos metiendo los extremos hacia dentro, le damos forma de panecillo y ya está. Hay que procurar que todos tengan el mismo tamaño. Colocamos los panecillos en una bandeja de horno, los cubrimos con papel film y dejamos que reposen hasta doblar su volumen.
Después con un cuchillo bien afilado, hacemos unos cortes en diagonal a cada panecillo. Empapamos bien los panecillos con leche. Y los metemos al horno, que debe estar previamente precalentado.
Los dejaremos en la parte inferior del horno unos 15 minutos a 190º centígrados con calor arriba y abajo. Pasado ese tiempo, los sacamos del horno y dejamos que se atemperen.