Kombucha, la bebida fermentada que conquista el mundo

La kombucha es una bebida fermentada a base de té azucarado, obtenida gracias a la acción de un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras, conocido como SCOBY (Symbiotic Culture of Bacteria and Yeast). Durante la fermentación, el azúcar se transforma en ácidos orgánicos y dióxido de carbon o, lo que le da a la kombucha su característico sabor ácido y una efervescencia natural. Por estas cualidades, se ha convertido en una opción cada vez más popular para quienes buscan alternativas saludables a las bebidas azucaradas tradicionales.
El origen de la kombucha, un elixir milenario
La kombucha tiene más de 2.000 años de historia. Se cree que nació en Manchuria (China), donde era apreciada por sus posibles beneficios para la salud. Según monkombucha.com, la bebida fue introducida en Japón en el año 415 d.C. por el médico coreano Kombu, que la utilizó para curar al emperador japonés aquejado de trastornos digestivos. Posteriormente, la kombucha se extendió a Rusia y Europa del Este a través de las rutas comerciales, antes de conquistar el resto del mundo en el siglo XX.
¿Cómo se elabora la kombucha?
El proceso comienza con una infusión de té negro o verde a la que se añade azúcar. Cuando la mezcla se ha enfriado, se incorpora el SCOBY (cultivo simbiótico de bacterias y levaduras), que inicia la fermentación, transformando los azúcares en ácidos orgánicos, gases y otros compuestos beneficiosos. Dependiendo de la temperatura y del sabor deseado, la fermentación puede durar entre una y dos semanas. Si lo deseas, ¡incluso podrías preparar Kombucha en casa! (Fuente: microbilogiaitalia.co.uk)
¿Es buena la kombucha para la salud?
La kombucha se asocia a menudo con diversos beneficios para la salud, como mejorar la digestión, reforzar el sistema inmunitario y aumentar la energía. Como informa momentobenessere.it, la presencia de probióticos en la bebida ayuda a mantener la flora intestinal, facilitando la digestión y reforzando el sistema inmunitario.
Contraindicaciones del kombucha
A pesar de sus propiedades, algunas personas deben consumir kombucha con precaución o evitarla por completo:
- Personas con el sistema inmunológico debilitado: Al contener bacterias y levaduras vivas, la kombucha podría suponer un riesgo para quienes padecen enfermedades autoinmunes o están bajo tratamientos inmunosupresores.
- Personas con diabetes o problemas de peso: Muchas kombuchas comerciales contienen azúcares añadidos, lo que puede dificultar el control glucémico. En estos casos, es mejor optar por versiones sin azúcar o prepararla en casa.
- Personas que toman medicación: La kombucha puede interactuar con ciertos fármacos, como antibióticos, anticoagulantes o medicamentos para el corazón. Si tomas algún tratamiento, consulta a tu médico antes de incluirla en tu dieta.
Popularidad de la kombucha en Italia y en el mundo
En los últimos años, la kombucha ha experimentado un crecimiento significativo a nivel mundial, impulsado por la creciente concienciación de los consumidores sobre la salud y el bienestar. Según un informe de Grand View Research, el tamaño del mercado mundial de kombucha se estimó en 1.670 millones de dólares en 2020 y se espera que crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) del 19,7% de 2021 a 2028 (fuente: Etprotein.com). En España, aunque todavía es un producto de nicho, su popularidad está en aumento. Cada vez es más fácil encontrar kombucha en supermercados y tiendas especializadas, y muchos consumidores ya la elaboran en casa.
La tendencia hacia una alimentación más saludable y la moda de los alimentos fermentados han convertido a la kombucha en una de las bebidas más demandadas del momento. ¿Todavía no la has probado? Quizás ha llegado el momento de ver por qué tanta gente la ha incorporado a su rutina diaria.
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