El truco de la abuela para freír sin salpicaduras y sin quemaduras
Enciendes el fuego, calientas la sartén, viertes el aceite… y de pronto, ¡empiezan los chasquidos y las gotas de grasa a salpicar por toda la cocina! La escena es de sobra conocida: alguna quemadura en el brazo, la encimera llena de salpicaduras y el trapo convertido en escudo improvisado.
Ahora bien, ¿y si te dijéramos que hay una forma sencilla de freír sin que el aceite salpique? No hacen falta tapas milagrosas ni inventos extraños: basta con técnica y con prestar atención a la humedad de los alimentos.
Por qué salpica el aceite
El culpable tiene nombre: el agua.
Cuando un ingrediente húmedo entra en contacto con el aceite caliente, esa agua se convierte en vapor al instante. El vapor se expande y empuja el aceite hacia fuera de la sartén. Es pura física… y bastante peligrosa.
En resumen: aceite + agua = salpicaduras aseguradas.
Cómo freír sin salpicaduras
1. Seca bien los ingredientes
Es el paso fundamental.
- La carne, siempre con papel de cocina antes de freír.
- Las verduras, nunca directamente del grifo al aceite.
- Incluso las patatas conviene secarlas si están húmedas.
Cuanto más secos estén los alimentos, menos riesgo habrá de salpicaduras.
2. Elige la sartén adecuada
- Mejor sartenes hondas o cazuelas que las muy planas.
- Las paredes bajas favorecen que el aceite se desborde.
- Si dispones de ella, utiliza una rejilla anti-salpicaduras (esa tapa metálica con malla).n)
3. Controla la temperatura
Si el aceite empieza a humear, significa que está demasiado caliente. En ese punto, cualquier gota de agua provocará un estallido.
Lo ideal es calentarlo a fuego medio-alto y probar con un trocito del alimento: si burbujea de manera constante y suave, está en su punto.
4. Añade los alimentos con cuidado
- Evita dejarlos caer desde arriba.
- Lo mejor es usar pinzas o espumadera y acercarlos con suavidad al aceite.
5. Una pizca de harina
El truco de la abuela que funciona:
Espolvorear un poco de harina o maicena sobre la carne ayuda a absorber la humedad y, además, consigue una superficie más dorada y apetecible.
Extra: cómo mantener los fogones limpios
Si quieres evitar que tu cocina acabe hecha un desastre:
- Protege los laterales del fogón con papel de aluminio.
- Ten siempre papel de cocina a mano.
- Trabaja siempre con ropa que proteja la piel al manipular aceite caliente, pero evita las mangas holgadas que puedan rozar la sartén.
Ahora que lo sabes
Freír sin sobresaltos ni quemaduras es posible. No se trata de renunciar al sabor de una buena fritura, sino de hacerlo con respeto por la técnica: ingredientes bien secos, el aceite a la temperatura adecuada y atención en cada movimiento.
Tu cocina quedará más limpia… y tú, a salvo de las salpicaduras.
Mirella Mendonça
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