Cómo congelar higos fácilmente para disfrutarlos todo el año
Pocos frutos despiertan tanta expectación como los higos y las brevas: dulces, carnosos, con esa piel delicada que parece esconder un tesoro. Pero la ilusión dura poco. Apenas entran en casa, empiezan a dar señales de que el tiempo corre en su contra: se ablandan, se rajan, pierden frescura. Su temporada es breve, mucho más de lo que nos gustaría; y esa fugacidad desespera a quien quisiera disfrutarlos más allá de unos pocos días. ¿La buena noticia? Existe una manera de alargarles la vida de forma sencilla y eficaz: congelarlos.
Aprende cómo congelar higos frescos de manera fácil para poder disfrutarlos durante todo el año.
Qué higos elegir
Conviene escoger higos bien maduros, con aroma intenso y piel tersa, pero que aún se sientan firmes al tacto. Si ya están excesivamente blandos, al congelarlos se desharán y perderán estructura.
Evita los que presenten manchas, grietas o signos de deterioro: arruinan la textura y acaban transmitiendo sabores indeseados al resto.
Preparación previa
- Lávalos suavemente bajo un chorro de agua fría, cuidando de no dañar la piel.
- Retira el exceso de humedad con papel absorbente y elimina tallos o pequeñas imperfecciones.
- Puedes congelarlos enteros, pero cortarlos en mitades o cuartos acelera después la descongelación y facilita su uso en batidos, salsas o repostería.
Congelación correcta
- Dispón los higos sobre una bandeja forrada con papel vegetal, en una sola capa y sin que se toquen entre sí.
- Llévalos al congelador durante 2 a 4 horas, hasta que estén firmes. Ese primer congelado evita que se peguen al almacenarlos y garantiza una mejor textura.
Envasado y almacenamiento
- Pásalos a recipientes herméticos o bolsas específicas de congelación. Extraer al máximo el aire es fundamental: así se reduce el riesgo de quemaduras por frío y se conserva mejor el sabor.
- Pon siempre la fecha en el envase: bien guardados, los higos mantienen buena calidad hasta 10-12 meses.
Cómo descongelar y usar después
- La descongelación ideal es lenta, en el frigorífico durante la noche. Así se respeta mejor su sabor y su estructura interna.
- Evita hacerlo a temperatura ambiente: acelera su deterioro.
- Una vez listos, funcionan especialmente bien templados o como base para repostería, rellenos y smoothies.
Consejos adicionales que marcarán la diferencia
- Para preservar el color, añade unas gotas de limón o ácido ascórbico antes de congelar.
- Congelar higos enteros mantiene mejor la apariencia, pero recuerda que tardarán más en descongelar.
- Si tu idea es usarlos en postres, puedes congelarlos con un poco de azúcar o en almíbar ligero: al descongelar, la textura resulta más agradable y el dulzor se intensifica.
El dulce secreto para no echar de menos los higos en invierno
Un higo congelado nunca será idéntico al fresco, pero te permite conservar su dulzura natural durante meses. Con una buena elección del fruto, un secado cuidadoso, un congelado rápido y un envasado sin aire, podrás disfrutar de ellos más allá de su corta temporada. Es una manera sencilla de prolongar el verano, reducir el desperdicio y tener siempre a mano un bocado de ese placer efímero.
Patricia González
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