8 alimentos y rituales de Nochevieja que se asocian a la buena suerte (de aquí y de fuera)
Cuando llega el final del año, hacemos balance casi sin querer: qué salió bien, qué conviene dejar atrás y qué nos gustaría repetir. Por eso el 31 de diciembre pesa distinto. Nos reunimos, brindamos y, en muchas casas, aparecen pequeños rituales que se han ido heredando con el tiempo.
Algunos son muy españoles —las uvas, sin ir más lejos— y otros vienen de tradiciones latinoamericanas, mediterráneas o asiáticas. No hay promesas mágicas: son gestos simbólicos, costumbres populares que hablan de prosperidad, amor, salud o abundancia… y que, como mínimo, ponen a todo el mundo a comentar en la mesa.
Estas son algunas de las más conocidas:
Semillas de granada
La granada se ha asociado tradicionalmente con la abundancia y la fertilidad; basta verla por dentro para entender por qué. Por eso hay quien se come unas cuantas semillas y quien prefiere guardarlas en la cartera durante el año (a veces envueltas en un papel blanco) como gesto simbólico para atraer prosperidad.
Uvas
La uva es casi un idioma propio de la Nochevieja española: 12 uvas a medianoche, una con cada campanada. La tradición dice que hay que terminarlas antes de que el reloj cierre el cambio de año.
Hay variantes más íntimas: quien come tres uvas y pide un deseo con cada una; o quien mantiene las doce como una especie de deseo (o propósito) para cada mes.
Lentejas
Las lentejas son un clásico de la prosperidad en muchas culturas, y el motivo es sencillo: su forma recuerda a pequeñas monedas.
En algunas casas se sirven como primer bocado del año o se dejan en la mesa como símbolo de abundancia. También circulan rituales más teatrales (como comer lentejas justo a medianoche, subido a una silla), que forman parte del folclore doméstico.
Champán
Brindar con champán (o con cava, sidra el gaitero o algo que tenga burbujas) es casi universal. En algunas supersticiones, el brindis se convierte en ritual: se echa un poco por encima del hombro como manera simbólica de dejar atrás lo malo.
También se cuenta la versión de los tres saltos con la copa en la mano, procurando no derramar nada. Más que “funcionar”, lo que hace es dar un punto de juego a la noche.
Pasta
Esta costumbre se vincula a tradiciones asiáticas donde la pasta larga simboliza una vida larga. La “norma” supersticiosa dice que es mejor comer los fideos sin cortarlos, para no “acortar” esa buena fortuna.
Pescado
Carne de cerdo
Lentejas (y otras legumbres)
Además de las lentejas, entran aquí otras legumbres y semillas redondas (guisantes, alubias pequeñas) que se asocian a la prosperidad por la misma idea visual: parecen pequeñas monedas.
Hay quien lleva el juego al extremo y come un guisante por cada día del año. No hace falta tomárselo al pie de la letra: es uno de esos rituales que están para sonreír y brindar, no para demostrar nada.
La ilusión de empezar
Estas costumbres no son un contrato con el destino. Son una manera simpática de empezar el año con ilusión: poner sobre la mesa deseos de salud, abundancia y cariño. Y si además sirven para reunirnos, reírnos un poco y brindar con ganas, ya han cumplido su papel.
Mirella Mendonça
Comentarios
anonymous
Excelente artículo, para terminar el año agradeciendo e iniciar el 2026 con gran impulso, pues,
será mucho mejor que el pasado.
gabby
Genial