Chocolate Cabello de Ángel: la fusión turco-belga que conquista a los amantes del buen chocolate

martes 10 junio 2025 10:38 - Eva Alberghetti
Chocolate Cabello de Ángel: la fusión turco-belga que conquista a los amantes del buen chocolate

Una tableta que combina el chocolate artesanal europeo con un dulce tradicional turco y que, al romperse, revela un suave corazón de finos hilos como cabello de ángel. Se llama Chocolate Cabello de Ángel y es la última e irresistible novedad que está volviendo locos a los amantes del chocolate y a los influencers gastronómicos de todo el mundo. Detrás de este innovador postre está la marca belga Tucho que es conocida por su creatividad en la elaboración artesanal del chocolate.

En este artículo descubrimos qué es, de dónde viene y por qué está a punto de convertirse en la nueva obsesión repostera para presumir en Instagram y saborear hasta la última hebra.


¿Qué es el chocolate cabello de ángel?

El chocolate Cabello de Ángel es una creación sorprendente que une la estética con el placer gustativo. Se trata de una tableta de chocolate única por su interior: un corazón de hebras dulces y delicadas, que recuerdan al tradicional “cabello de ángel”, pero en versión turca. Este relleno se elabora con pişmaniye, un dulce típico de Turquía que se deshace suavemente en la boca y aporta una textura fibrosa e inesperada.

Todo ello está envuelto en una fina capa de chocolate blanco teñido de rosa, que al romperse revela un interior verde con sabor a pistacho y sutiles notas de granada, frambuesa y vainilla. El contraste entre la corteza crujiente y el centro aireado ofrece una experiencia que no solo conquista el paladar, sino también la vista y el tacto.


¿Cuál es el ingrediente secreto del chocolate Cabello de Ángel?

El alma de este chocolate está en el pişmaniye, un dulce artesanal turco originario de la ciudad de Izmit. Aunque recuerda al algodón de azúcar, su elaboración a base de harina, mantequilla y azúcar le da una estructura más densa y fibrosa. Este ingrediente tradicional, trabajado a mano, crea hebras largas que se funden en la boca y sorprenden por su ligereza.

Conocido en Oriente Medio desde hace generaciones, el pişmaniye ha encontrado ahora,gracias a Angel Hair Chocolate, un nuevo espacio en la pastelería creativa, fusionándose con el chocolate belga para dar lugar a una propuesta innovadora y sofisticada.

¿Por qué se ha hecho viral el chocolate Cabello de Ángel?

Desde finales de 2024, el chocolate Cabello de Ángel ha sido protagonista en redes sociales como Instagram, TikTok y YouTube. Su aspecto llamativo y su interior inesperado han captado la atención de miles de personas en Bélgica, Dubái y más allá. ¿El secreto de su éxito?:

  • Una experiencia multisensorial: combina sabores y texturas con un fuerte impacto visual.
  • Diseño atractivo: su presentación lo hace ideal para compartir en redes.
  • Innovación: fusiona ingredientes tradicionales y modernos de forma original.
  • Sorpresa visual: el relleno fibroso que aparece al partir la tableta fascina al instante.
  • Historia y emoción: une culturas y despierta curiosidad, ideal para quienes buscan algo más que un simple dulce.


¿Dónde se puede comprar?

Actualmente, el chocolate Cabello de Ángel está disponible en la tienda online oficial de Tucho, la marca belga que lo ha desarrollado. También empieza a encontrarse en algunas tiendas especializadas en repostería artesanal y chocolate gourmet.

¿Su precio? El pack de 3 tabletas cuesta entre 12 y 15 euros, aunque existen ediciones especiales que pueden alcanzar los 20 euros. Si quieres probarlo antes de que llegue a tiendas físicas, pedirlo por Internet es la mejor opción.

¿Y tú, te atreverías a probarlo?

Este innovador postre está conquistando a los amantes del chocolate que buscan nuevas experiencias. ¿Qué opinas del chocolate Cabello de Ángel? ¿Te llama la atención su mezcla de tradición oriental y creatividad moderna? ¿Lo probarías o incluso te animarías a recrearlo en casa?

Déjanos tu opinión. ¡Queremos saber si este nuevo icono dulce también despierta tu curiosidad!

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