Tortelloni de bresaola: un entrante elegante, ligero y bien pensado para las fiestas
Hay entrantes que cumplen una función muy concreta en una comida de Navidad: abrir el apetito, no competir con lo que vendrá después y, a ser posible, hacerlo con cierta elegancia. Estos tortelloni de bresaola rellenos de ricotta y rúcula encajan justo ahí. Un entrante sencillo, pero lo bastante original como para resultar apetecible.
La idea es sencilla: una loncha de bresaola —que también puede sustituirse por jamón curado o cecina—, fina y flexible, se convierte en envoltorio; la ricotta aporta un relleno sedoso; la rúcula introduce un contraste de amargor leve y, por último, el limón añade unas notas cítricas que refrescan el conjunto. Con pocos ingredientes y sin necesidad de encender el horno ni los fuegos, se consigue un aperitivo vistoso, festivo y muy fácil de preparar.
Una combinación que funciona
Desde el punto de vista sensorial, el plato está bien calibrado. La textura blanda y envolvente del relleno se contrapone a la firmeza elástica de la bresaola (o del jamón o la cecina). No hay contrastes bruscos, ni de sabor ni de textura, pero sí una alternancia clara entre suavidad y estructura.
La rúcula no está ahí solo por color o frescor: su perfil ligeramente picante y amargo actúa como contrapunto natural a los lácteos, una asociación habitual en la cocina mediterránea. El parmesano, usado con moderación, aporta profundidad y salinidad, reforzando el conjunto sin eclipsar al resto.
El limón, tanto en zumo como en ralladura, merece una mención aparte. En pequeñas cantidades, los cítricos no “saben a limón”, sino que afinan. Activan la salivación y hacen que los sabores grasos se perciban como más ligeros. En un entrante navideño, ese efecto resulta especialmente agradecido.
A todo esto se suma una ventaja práctica evidente: no hay cocción. En días en los que la cocina está saturada de tiempos, temperaturas y fuegos ocupados, un plato que se resuelve en frío y se puede montar en el último momento es un recurso útil.
Ingredientes (para 4 personas)
- 250 g de ricotta (o requesón o queso crema)
- 120 g de bresaola (en lonchas finas. También puedes usar jamón o cecina)
- 15 g de queso parmesano rallado
- 20 g de rúcula
- 1 limón
- Sal (al gusto)
- Pimienta negra (al gusto)
- Parmesano en lascas (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra
¿Cómo se preparan los tortelloni de bresaola?
1. Preparamos la crema de ricotta
Ponemos la ricotta en un bol y la trabajamos con un tenedor hasta obtener una textura lisa, suave y maleable. Añadimos el parmesano rallado, un chorrito de zumo de limón, la ralladura, sal y pimienta. Mezclamos bien hasta conseguir una crema homogénea.
2. Incorporamos la rúcula
Lavamos la rúcula, la secamos bien y la picamos muy fina. La añadimos a la crema y mezclamos hasta que quede bien integrada.
3. Formamos los tortelloni
Colocamos cada loncha de bresaola (jamón o cecina) sobre la mesa de trabajo y ponemos en el centro una cucharadita de relleno. Doblamos en forma de media luna, presionamos los bordes para sellar y unimos las dos puntas hacia el centro, formando los tortelloni .
4. Emplatamos
Disponemos los tortelloni en una fuente o plato y terminamos con:
- Rúcula fresca
- Ralladura de limón
- Escamas de parmesano
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
Si te surge alguna duda mientras los preparas, en el enlace que encontrarás a continuación tienes la receta completa, con fotos paso a paso y explicaciones claras. Y si aun así te queda alguna pregunta, escríbenos: estaremos encantados de ayudarte y resolver cualquier cosa que necesites.
Estos tortelloni fríos , elaborados con bresaola o, si lo prefieres, con finas lonchas de cecina , son un entrante rápido, ligero y lleno de sabor, perfecto tanto para un aperitivo especial como para una cena sin complicaciones. Se preparan sin...
Ideas para una versión aún más navideña
¿De verdad quieres convertirlos en las estrellas de la mesa festiva? Aquí tienes algunas ideas creativas:
Añade un toque crujiente
- Pistachos picados
- Nueces o almendras tostadas
- Granos de granada
Los frutos secos ligeramente tostados, aportan contraste de textura y un amargor suave que dialoga bien con la rúcula. La granada introduce acidez y un dulzor contenido, además de color.
Cambia el relleno
- Ricotta + queso de cabra para un sabor más fuerte
- Ricotta + hierbas (tomillo o mejorana)
- Ricotta + una cucharadita de miel para un toque dulce perfecto en Navidad
En todos estos casos, la clave es la proporción.
La sencillez bien entendida
Este es un aperitivo que demuestra que la cocina no va de complicar, sino de entender el producto. Aquí hay equilibrio, hay intención y hay respeto por cada ingrediente. La bresaola aporta estructura, la ricotta suavidad, la rúcula contraste y el limón el punto exacto de frescor. Todo está pensado, todo suma. Es un bocado limpio, elegante, de los que funcionan en cualquier mesa festiva porque están bien ejecutados.
Daniele Mainieri
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