¿Hay que (realmente) evitar el café o el alcohol cuando hace calor?

martes 19 agosto 2025 09:00 - Adèle Peyches
¿Hay que (realmente) evitar el café o el alcohol cuando hace calor?

Con la llegada del calor, hay algo que no cambia: la importancia de hidratarse bien. Lo dicen médicos, organismos oficiales y hasta los carteles en las farmacias. Pero en medio de esa insistencia por beber agua, surgen dudas con dos bebidas muy presentes en nuestra rutina: el café del desayuno y el aperitivo del final del día. ¿Son compatibles con una buena hidratación? ¿Pueden empeorar la sensación de calor? ¿Conviene evitarlos cuando el termómetro supera los 30 °C?

Repasamos qué efectos tienen realmente el café y el alcohol sobre el organismo en los días de altas temperaturas, y cómo tomarlos (o no) sin poner en riesgo el bienestar.


Café y calor: ¿conviene limitarlo?

El café tiene un efecto diurético leve, es decir, puede aumentar ligeramente la eliminación de líquidos a través de la orina. Sin embargo, en personas sanas y bien hidratadas, su consumo moderado (entre una y tres tazas al día) no provoca deshidratación.

El problema en días calurosos no es tanto su efecto sobre la hidratación, sino la temperatura de la bebida. Tomar café caliente en un entorno ya caluroso puede incrementar la sensación térmica y favorecer el malestar, sobre todo en personas sensibles al calor.

En esos casos, conviene optar por versiones frías como el café con hielo (sin azúcar añadido), o bien alternarlo con infusiones frías o tés suaves que también ayudan a mantener una buena hidratación.

➡️ A tener en cuenta: El café no es perjudicial en verano, pero conviene adaptarlo al entorno y a la tolerancia individual, y asegurarse de acompañarlo con suficiente agua a lo largo del día.

Alcohol y altas temperaturas: precauciones necesarias

En situaciones de calor intenso, el consumo de alcohol puede ser especialmente problemático. El motivo principal es que el alcohol tiene un efecto diurético más marcado, favorece la pérdida de líquidos y dificulta la regulación térmica del cuerpo. Además, cuando hace calor solemos consumir bebidas alcohólicas más rápido y con mayor frecuencia, lo que puede agravar el riesgo de deshidratación, especialmente si se combinan con exposición solar o actividad física.

El alcohol también puede alterar la percepción del calor y reducir la capacidad de reacción ante síntomas de golpe de calor o bajadas de tensión.

➡️ Así que recuerda: Es preferible evitar el alcohol en las horas de mayor exposición solar, no utilizarlo como única bebida para refrescarse, y acompañarlo siempre con agua. Las versiones sin alcohol (como un spritz sin alcohol o una limonada casera) pueden ser una buena alternativa.

¿Qué medidas conviene adoptar?

Alternar bebidas: por cada café, un vaso de agua; por cada copa, una jarra de agua sobre la mesa.

Evitar el consumo de bebidas alcohólicas o muy calientes al aire libre en las horas centrales del día, sobre todo si hay humedad o no hay ventilación. Aunque las infusiones calientes pueden ayudar al cuerpo a regular su temperatura en ambientes secos, si la sensación térmica ya es alta y el sudor no se evapora bien, lo más probable es que aumenten el malestar.

Elegir opciones frías, poco azucaradas y de baja graduación.

Estar atentos a señales del cuerpo como cansancio, dolor de cabeza o sequedad bucal, que pueden indicar deshidratación incipiente.

En pocas palabras

Un café por la mañana no representa un riesgo si se mantiene una buena hidratación general.

El alcohol, en cambio, exige más cautela: favorece la pérdida de líquidos, altera la percepción del calor y puede empeorar sus efectos en el organismo.

Adèle PeychesAdèle Peyches
Responsable editorial que ansía el invierno para comer fondue. Apasionada por la gastronomía y siempre en busca de nuevos sabores, estudié derecho antes de regresar a mi primer amor: el gusto por los buenos productos y el placer de compartirlos alrededor de la mesa. :)

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