El error más común al hacer tortilla (y por qué siempre se te rompe)

El error más común es dejarla demasiado tiempo al fuego o intentar doblarla cuando el centro aún está crudo. Lo ideal es batir bien los huevos antes de verterlos en la sartén y cocinarlos a fuego medio-bajo, sin remover, dejando que cuajen de forma uniforme. Cuando los bordes estén cocidos y el centro todavía ligeramente húmedo (pero no líquido), ese es el momento perfecto para doblarla. Ese punto de cocción asegura la flexibilidad de la tortilla y evita que se rompa al manipularla.

Lo mejor es usar una sartén antiadherente cuyo tamaño se ajuste a la cantidad de huevos, y engrasarla bien con mantequilla o aceite. Esto facilita que la tortilla se despegue sin problemas, algo crucial para evitar que se rompa. Las espátulas anchas y finas también marcan la diferencia: permiten levantar la tortilla con mayor apoyo y menos esfuerzo, sin desgarrarla.

Primero, despega cuidadosamente los bordes con la espátula. Después, deslízala por debajo de uno de los lados y llévalo suavemente hacia el centro, inclinando un poco la sartén si es necesario. No presiones ni fuerces: la tortilla debe doblarse con suavidad, como si simplemente apoyaras una mitad sobre la otra. Si lleva relleno, puedes usarlo como peso para ayudar a doblarla y mantenerla en su sitio.

Cada cocina, sartén y huevo se comporta de forma distinta. Cuanto más repitas el proceso, mejor identificarás el punto justo y el momento ideal para doblar. En poco tiempo, estarás girando tortillas como un chef.