El mayor error al cocinar pescado al horno y cómo evitarlo definitivamente

La principal razón por la que el pescado se seca al hornearse es excederse en el tiempo de cocción. A diferencia del pollo o la carne roja, el pescado requiere menos tiempo en el horno, ya que sus fibras son más delicadas. Si se cocina más de lo necesario, pierde su humedad natural y la textura se vuelve seca, ligeramente firme y menos sabrosa.

Depende del tipo de pescado, de si se hornea entero o en lomos, y del grosor de la pieza. Pero existe una regla sencilla que puede servir como referencia:

La regla de los 10 minutos

Hornear a 180–200 °C durante unos 10 minutos por cada 2,5 cm de grosor, aproximadamente. Si es necesario, se puede girar a mitad del tiempo.

• Lomos finos o pequeños: entre 6 y 8 minutos pueden ser suficientes.
• Pescado entero: entre 15 y 25 minutos, dependiendo del tamaño, siempre con vigilancia.

• Precalienta el horno: Parece obvio, pero es fundamental. Si el pescado entra en un horno que aún no ha alcanzado la temperatura adecuada, la cocción será más lenta y favorecerá la pérdida de humedad.

• Usa papel de horno o papel de aluminio: Envolver el pescado en papel crea un efecto de vapor que ayuda a conservar la jugosidad durante la cocción. Es el clásico método en papillote, perfecto para piezas delicadas.

• Añade una grasa de calidad: Un chorrito de aceite de oliva virgen extra o una pequeña porción de mantequilla ayuda a proteger la superficie del pescado y evita que se reseque.

• No te fíes solo del reloj, observa el punto: El pescado está listo cuando la carne pierde su transparencia y se separa con facilidad en lascas. Si esperas a que esté muy dorado por fuera, seguramente ya se habrá pasado.

No. Hay especies que toleran mejor la cocción porque tienen mayor contenido graso, y otras que requieren más atención.

• Pescados grasos, como el salmón, el atún, la sardina o la caballa, suelen mantener mejor su jugosidad.

• Pescados blancos y magros, como la merluza, la pescadilla, el lenguado o la lubina, son más delicados y pueden resecarse con facilidad si no se controla bien el tiempo.

El secreto de un buen pescado al horno no está solo en la receta o el aliño: está en respetar el punto de cocción. Apenas unos minutos de más pueden cambiar por completo el resultado y arruinar una pieza excelente.

Ahora que sabes cuál es el error más común y cómo evitarlo, tienes todo lo necesario para conseguir un pescado al horno jugoso, sabroso y perfectamente cocinado.