Cuidado con la carne de cerdo "oculta" en tu plato: los alimentos donde se esconde sin que lo sepas
Muchas personas deciden no comer carne de cerdo, ya sea por motivos religiosos, éticos o porque no les gusta su sabor. Lo que no siempre se tiene en cuenta es que esta carne puede aparecer en más preparaciones de las que pensamos, incluso en aquellas donde no figura de manera explícita. Desde la gelatina hasta ciertas charcuterías camufladas, pasando por platos habituales en algunos restaurantes, repasamos en qué productos puede estar presente sin que lo imagines.
En algunos restaurantes: rellenos y mezclas
- Nems y rollitos de primavera: aunque se anuncien como de pollo o de gambas, es habitual que el relleno incluya también carne de cerdo picada para dar más textura y sabor.
- Raviolis al vapor (dim sum): lo más común es que se preparen con una mezcla de cerdo y gambas, salvo que se pida expresamente una versión diferente.
- Dumplings o kebabs en restaurantes asiáticos: en ocasiones llevan cerdo, aunque el nombre del plato sugiera otra carne.
- Salsas y caldos: algunos fondos de cocción o salsas oscuras, tanto en la cocina asiática como en la tradicional, se elaboran con huesos o grasas de cerdo.
Bollería y repostería con manteca de cerdo
No siempre se trata de un ingrediente oculto en rellenos o coberturas: en muchos casos, la manteca de cerdo es la base misma de la receta. Es el caso de la ensaimada mallorquina, donde este ingrediente define su sabor y textura característicos, o de dulces tradicionales como mantecados y polvorones, en los que actúa como grasa principal. También puede encontrarse en croissants, bollos de hojaldre o masas industriales, donde a menudo sustituye parcial o totalmente a la mantequilla.
En ciertos productos industriales
Gelatina: el gran clásico
Suele elaborarse a partir de piel o huesos de cerdo y está presente en más preparaciones de las que pensamos:
- Golosinas y caramelos de gelatina, como ositos, nubes o similares.
- Postres lácteos industriales, desde flanes hasta mousses o natillas.
- Coberturas y brillos de tartas envasadas
- Yogures desnatados o "light", en los que se utiliza como espesante.
Otras preparaciones habituales donde el cerdo también se esconde
- Charcuterías camufladas: ciertos patés, terrinas, rillettes o incluso salchichas que se presentan como “de ave” o “de pato” pueden llevar carne de cerdo en su composición.
- Sopas en brick, en bolsitas o cremas industriales: los caldos concentrados, cubitos o bases deshidratadas incluyen en ocasiones extractos de cerdo.
- Platos preparados: lasaña, pastel de pastor, canelones, etc. en los que se utiliza una mezcla de carnes sin que la carne de cerdo sea siempre el ingrediente principal.
- Salsas y espesantes: en algunas salsas ya listas se recurre a grasa o fondo de cerdo como potenciador de sabor.
- Bollería y repostería industrial: ciertos rellenos o coberturas pueden contener gelatina de origen porcino.
Otros ingredientes a tener en cuenta
- Aditivos :
- E441 =gelatina (con frecuencia de origen porcino)
- E542 = fosfato óseo (procedente de huesos).
- Grasas animales o aromas naturales, que en algunos casos tienen base porcina..
- Productos "light", para compensar la pérdida de textura, a veces se añade gelatina de cerdo.
Alternativas posibles
La buena noticia es que existen soluciones para evitar el cerdo oculto:
- Para la gelatina: se puede recurrir a agar-agar, pectina de frutas o gelatina de pescado.
- En la cocina asiática: conviene pedir de forma explícita versiones con pollo, ternera o vegetarianas.
- Para los dulces y gominolas: algunas marcas ofrecen gamas "sin gelatina animal", elaboradas con pectina.
- En casa: siempre se puede preparar caldo de verduras o de ave en lugar de recurrir a cubitos industriales.
La idea esencial
El cerdo puede estar presente en más preparaciones de las que imaginamos: rollitos, raviolis, salsas, golosinas, postres, platos preparados o incluso charcutería. Si quieres evitarlo, dos gestos sencillos marcan la diferencia: leer bien las etiquetas y preguntar en el restaurante. Y, cuando es posible, nada como cocinar en casa con ingredientes que conoces y controlas.
Adèle Peyches
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