Cómo hacer tejas coral para dar un toque elegante a tus platos
En cocina no todo es sabor: la presentación también habla. Y en Navidad o en cualquier celebración especial, todavía más. A veces un plato cambia por completo gracias a un detalle mínimo, ese remate final que convierte algo cotidiano en una preparación pensada con intención.
Las tejas coral, o tuiles de encaje, son exactamente eso: un truco sencillo que eleva cualquier receta en segundos. Lo aprendí de un chef al frente de un buen restaurante y, cuando vi lo simple que era la receta, tanto en ingredientes como en ejecución, me sorprendió de verdad. Se preparan en casa con tres ingredientes habituales y una sartén, y aun así logran un acabado delicado que siempre genera comentarios en la mesa.
Funcionan igual de bien sobre un aperitivo que coronando una crema, un plato de pescado o incluso un postre. Si buscas un detalle que afine tus platos festivos o cualquier menú especial, estas tuiles son un punto de partida perfecto. Aquí va la manera de hacerlas.
¿Qué son exactamente las tejas coral?
Son una decoración comestible con aspecto de encaje, creada cuando una mezcla de agua, aceite y harina se cocina a fuego vivo y el agua se evapora, dejando esos agujeros irregulares que recuerdan a un trozo de coral. Son ligeras, finas y muy vistosas. Además, funcionan en casi todo: aperitivos, platos principales, postres y cualquier receta que pida un toque llamativo.
Ingredientes y proporciones
La base es tan simple que sorprende:
- 10 gr de harina
- 60 gr aceite de girasol
- 55 gr de agua (a temperatura ambiente)
- Gotitas de colorante alimentario (opcional)
- Una pizca de sal para versiones saladas (opcional)
Esta proporción es la que mejor equilibra la textura: una mezcla fluida que crea huecos grandes y una teja fina y bonita.
Cómo hacer una teja coral paso a paso
Para hacer la teja coral:
1. Prepara la mezcla: Coloca en el vaso de la batidora el agua, el aceite, la harina y una pizca de sal (opcional). Tritura hasta obtener una masa completamente homogénea, similar a la de unos crêpes muy finos.
2. Calienta la sartén: Pon a calentar una sartén antiadherente en buen estado. La temperatura es fundamental: si no alcanza suficiente calor, la teja no desarrollará los agujeros característicos.
3. Cocina la teja: Vierte un chorrito de mezcla en el centro de la sartén y cocina a fuego medio. Con el calor, la superficie empezará a burbujear y a abrirse en un dibujo irregular. La teja se irá secando y endureciendo poco a poco.
4. Retira y enfría: Cuando esté firme, retírala con cuidado usando una espátula. Pásala a un papel absorbente y deja que enfríe por completo antes de manipularla.
Si quieres añadirles color:
Antes de cocinar, reparte la mezcla en uno o varios boles si quieres diferentes tonos. Añade unas gotas de colorante alimentario (en este caso, rojo) y mezcla bien. Ajusta la cantidad hasta obtener el tono deseado y continúa con la receta.
Resultado: una decoración de alta cocina en menos de cinco minutos.
Errores comunes y cómo solucionarlos
- No aparecen los agujeros: la sartén no estaba lo bastante caliente.
- La teja se rompe al retirarla: faltaban unos segundos de cocción. Dale un poco más de tiempo.
- Queda aceitosa: reduce un poco el aceite o limpia la sartén entre una teja y otra.
- La mezcla espesa demasiado: añade un chorrito de agua para ajustarla.
Cómo usarlas en tus platos navideños
- Sobre cremas y sopas navideñas: una crema de calabaza, de castañas o de setas cambia completamente si colocas una teja encima. Le aporta verticalidad y rompe la monotonía visual del plato.
- En platos de pescado blanco: merluza, bacalao o rodaballo con una salsa suave aceptan muy bien una teja que aporte ligereza y un punto decorativo. Además, crea un contraste entre la uniformidad del pescado y la textura aérea de la teja.
- En vieiras o mariscos: una vieira marcada y una teja coral roja o dorada encima es puro restaurante. Queda elegante sin complicarse la vida.
- En aperitivos de bocado: sobre una brandada, una mousse de salmón, un tartar o un canapé de queso crema. La teja actúa como mini “tapa” que anticipa lo que hay debajo.
- En platos fríos navideños: ensaladas templadas, carpaccios o láminas de verduras necesitan volumen. Una teja aporta ese “golpe visual” que marca la diferencia.
- En postres: sobre una panna cotta, un flan, un cremoso de chocolate o un vasito de yogur especiado. La teja funciona como contrapunto ligero y decorativo.
El truco de chef: Colócala siempre en el punto más alto del plato, ligeramente inclinada, como si apoyara en un ingrediente. Eso genera una estructura más interesante y hace que la teja parezca formar parte del plato, no estar “puesta por poner”.
Y un detalle extra:
Si preparas tejas en colores navideños (roja, verde, dorada), utilízalas estratégicamente para marcar componentes del plato:
roja → sobre mariscos o postres
dorada → para carnes blancas, pescados y dulces festivos
El detalle navideño que transforma tus recetas
Las tejas coral son ese truco rápido y sorprendente que da un giro a tus platos sin pedirte tiempo ni técnica. Tres ingredientes, una sartén y dos minutos: lo justo para que tus recetas navideñas parezcan mucho más pensadas de lo que realmente requieren.
Patricia González
Comentarios