¿Tienes patatas verdes en casa? Esto es lo que de verdad deberías saber antes de cocinarlas
¿Alguna vez has sacado una patata de la despensa y te has dado cuenta de que tenía zonas verdes? La reacción más común es cortar la parte afectada y usar el resto con normalidad. Pero ¿es realmente seguro hacerlo?
Aunque pueda parecer un simple cambio de color, ese tono verdoso puede ser señal de algo más serio: la presencia de una sustancia tóxica llamada solanina, que puede suponer un riesgo real para la salud.
¿Por qué se ponen verdes las patatas?
El color verde aparece cuando las patatas se exponen a la luz durante un tiempo prolongado. La iluminación estimula la producción de clorofila, un pigmento vegetal completamente inocuo, pero cuya presencia indica que el tubérculo ha estado en condiciones que también favorecen la formación de solanina, un compuesto natural que la planta produce como defensa frente a insectos, hongos y microorganismos.
¿Qué es la solanina y por qué puede ser peligrosa?
La solanina es una toxina que se encuentra de forma natural en las plantas de la familia de las solanáceas, como las patatas, los tomates o las berenjenas. En concentraciones elevadas puede provocar:
- Náuseas
- Vómitos
- Diarrea
- Mareos
- En casos más graves, alteraciones neurológicas e incluso alucinaciones
¿La cocción elimina la solanina?
¿Cuándo conviene tirar la patata?
- Si presenta un color verde tanto en la piel como en el interior
- Si tiene brotes o está visiblemente envejecida y arrugada
- Si al cocinarla o probarla notas un sabor amar
¿Cómo evitar que las patatas se pongan verdes?
- Guárdalas en un lugar oscuro, fresco y seco
- Evita la exposición directa a la luz y no las guardes en la nevera, donde el frío puede alterar su sabor y acelerar la aparición de azúcares
- Procura consumirlas en un plazo razonable, antes de que empiecen a brotar o cambiar de color
Más vale prevenir que curar
Las patatas forman parte de la dieta habitual de millones de personas, pero su conservación requiere ciertas precauciones. Si observas que alguna empieza a ponerse verde, no te arriesgues: lo más prudente es desecharla.
Tu salud vale mucho más que una patata.
Mirella Mendonça
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