Qué hacer con la comida de la nevera y el congelador tras un apagón

Cuando se va la electricidad de forma inesperada, no solo se apaga la casa: también se detiene el tiempo en la cocina. Un corte de luz puede ocurrir en cualquier momento y durar más de lo esperado. Cuando eso sucede, uno de los primeros interrogantes que surge es qué hacer con los alimentos almacenados en la nevera y el congelador. ¿Cuánto aguanta la comida en la nevera sin electricidad¿Podemos salvar lo que teníamos congelado? ¿Hay que tirar los lácteos, los huevos, la carne? Para resolver estas dudas, recopilamos las recomendaciones que ofrecen las autoridades sanitarias, para ayudarte a actuar con criterio y evitar riesgos innecesarios.
¿Cuánto tiempo aguantan los alimentos sin electricidad?
Según, el Servicio de Inspección y Seguridad de Alimentos de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) hay una regla de oro que conviene recordar siempre: si no abres la puerta, tus alimentos aguantan más.
- El frigorífico mantiene la temperatura segura (menos de 5 °C) hasta 4 horas sin electricidad si permanece cerrado.
- El congelador, si está lleno, conserva los alimentos durante 48 horas; si está a la mitad, unas 24 horas.
Por eso, durante un apagón prolongado, cada apertura innecesaria acorta la vida útil de tus alimentos.
¿Qué alimentos hay que tirar tras un corte de luz?
Cuando la nevera supera los 5 °C durante más de 2 hora s, algunos alimentos dejan de ser seguros y deben desecharse para evitar riesgos de intoxicación alimentaria.
Según Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), será necesario desechar todos los alimentos perecederos como la carne, el pollo, el pescado, los huevos, la leche, el queso fresco y cualquier sobra de comida que haya estado sin refrigeración. Aunque se cocinen posteriormente, si han superado el umbral de temperatura segura pueden causar intoxicaciones alimentarias, además de contaminar otros productos en contacto con ellos.
En cambio, las frutas y verduras enteras resisten mejor temperaturas más elevadas, por lo que pueden consumirse siempre que conserven buen aspecto y frescura, y se laven correctamente. No ocurre lo mismo con las frutas ya cortadas o las ensaladas preparadas: en estos casos, deben desecharse como cualquier otro alimento perecedero.
Por otro lado, algunos productos no perecederos como refrescos, conservas sin abrir, bebidas alcohólicas o chocolate, aunque se guarden habitualmente en el frigorífico, no requieren frío. Pueden conservarse perfectamente a temperatura ambiente sin que ello afecte a su seguridad ni a su calidad.
Consejo clave: No te fíes del olor ni del aspecto. Como recuerda la tecnóloga de alimentos Gemma del Caño, un alimento puede parecer normal y estar contaminado. Y como insiste la USDA, nunca pruebes un alimento para decidir si lo conservas o no.
¿Qué alimentos se pueden conservar sin riesgo?
Afortunadamente, no todo hay que tirarlo tras un apagón. Algunos alimentos, por su naturaleza, resisten mejor temperaturas superiores a 5 °C durante un tiempo razonable. Entre ellos:
- Frutas y verduras enteras, como: Manzanas (5-7 días sin frío), cítricos (hasta 10 días), zanahorias (4-5 días en lugar fresco), calabacines o pepinos (1-2 días), patatas y cebollas (semanas, si están en sitio seco y ventilado).
- Quesos curados y duros: Manchego, parmesano, gruyère… pueden conservarse 1-2 días fuera del frío si están bien envueltos y en ambiente fresco.
- Mantequilla protegida de la luz y el aire, puede aguantar hasta 48 horas sin refrigeración.
- Pan, galletas, bizcochos sin relleno ni crema: conservan bien durante varios días.
- Zumos o bebidas sin abrir, conservas cerradas, chocolates, bebidas alcohólicas: no requieren refrigeración y se pueden consumir sin problema.
¿Y qué pasa con el congelador?
Los alimentos congelados requieren una evaluación cuidadosa tras un apagón eléctrico. Su seguridad depende de si han permanecido a temperaturas suficientemente bajas durante todo el corte de suministro.
Si el alimento todavía presenta cristales de hielo visibles o se mantiene claramente frío al tacto (por debajo de 5 °C), puede volver a congelarse o consumirse ese mismo día, siempre que se cocine completamente a temperaturas seguras.
En cambio, si el producto se ha descongelado por completo y ha perdido el frío, especialmente en el caso de alimentos de alto riesgo como carne, aves, pescado o marisco, debe desecharse, aunque no presente mal olor ni aspecto alterado.
Nunca se debe probar un alimento para valorar su seguridad. Ante la incertidumbre sobre el tiempo que ha estado fuera de temperatura adecuada, o si no puede garantizarse que se ha mantenido frío, lo más prudente y seguro es tirarlo.
Consejos útiles para futuras ocasiones
- Evita abrir la nevera o el congelador durante el corte eléctrico. Cada vez que se abren, sube la temperatura.
- Si tienes termómetro en la nevera, úsalo: 5 °C es el umbral crítico para los alimentos perecederos.
- Si dispones de hielo seco o acumuladores de frío, colócalos dentro para ganar tiempo.
- Lleva un pequeño registro de cuánto tiempo ha durado el apagón y prioriza el consumo o descarte en función del tipo de alimento.
- Recuerda: más vale tirar que enfermar. Una intoxicación alimentaria puede tener consecuencias graves.
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