¿Por qué tu arroz nunca queda como esperas? Aquí está la razón

Ah, el arroz… Ese ingrediente imprescindible que nunca falta en la despensa. Está presente tanto en comidas improvisadas como en elaboraciones más elaboradas, y siempre parece fácil: un poco de agua, una medida de arroz y listo.
Pero la realidad suele ser otra; ¿Quién no se ha topado alguna vez con un arroz pegajoso, pasado o seco en exceso? Hay un gesto sencillo, que puede arruinar por completo el resultado, aunque pase desapercibido para muchos.
Hoy te contamos en qué consiste y cómo lograr que cada grano quede en su punto, con esos matices que elevan incluso el plato más simple.
El error clásico: no aclarar el arroz antes de cocinarlo
Es uno de esos fallos que casi todos cometemos al principio: verter el arroz directamente en la olla sin enjuagarlo previamente.
¿Por qué conviene evitarlo? Porque el arroz viene recubierto naturalmente por una capa de almidón. Al cocinarlo sin aclarado, ese almidón se libera en el agua, formando una película espesa que altera el resultado final. ¿Qué ocurre entonces?
- Los granos tienden a pegarse entre sí
- El arroz queda pastoso
- Y en muchos casos, la cocción es irregular
¿Para qué sirve exactamente aclarar el arroz?
Al lavar el arroz con agua fría, se retira buena parte del almidón que recubre los granos. El resultado es un arroz:
- Mucho más suelto
- De textura ligera
- Con los granos bien definidos y agradables al paladar
Este gesto sencillo mejora tanto el basmati como el jazmín, el arroz para sushi o el grano largo más común en nuestras despensas.
¿Cómo se aclara bien el arroz?
No tiene ningún misterio:
- Coloca el arroz en un cuenco o en la propia cazuela.
- Añade agua fría hasta cubrirlo.
- Remueve suavemente con la mano, como si “despertaras” los granos.
- Escurre el agua.
- Repite este proceso dos o tres veces, hasta que el agua salga bastante más clara.
No se trata de eliminar todo el almidón, que también contribuye a la textura, sino de reducir el exceso que afecta a la cocción.
Y luego, ¿cómo se cuece bien el arroz?
Algunos principios básicos para un buen resultado:
- Proporción orientativa: una parte de arroz por una y media o dos de agua, según el tipo y la textura deseada.
- No levantes la tapa durante la cocción. Abrir la olla interrumpe el proceso al liberar el vapor necesario.
- Una vez apagado el fuego, deja reposar cinco minutos con la tapa puesta. Es el tiempo que necesita el arroz para asentarse y alcanzar su punto justo.
En resumen: un pequeño aclarado, un gran cambio
Pocos gestos requieren tan poco y aportan tanto como enjuagar el arroz antes de cocinarlo. El sabor mejora, la textura cambia y cada grano se comporta como debe. Todo ello con un esfuerzo mínimo.
¿El resultado? Un arroz mucho más agradable que realza desde un curry hasta un salteado o un simple cuenco casero.
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