Cómo alargar la vida de tus tomates: consejos prácticos para el día a día
Los tomates forman parte del día a día en muchas cocinas: en una ensalada sencilla, sobre una rebanada de pan con aceite de oliva o cocinados a fuego lento en una salsa casera. Sin embargo, es habitual que algunos terminen estropeándose en apenas unos días. Lo que comenzó como una compra prometedora puede acabar en tomates arrugados, con manchas o directamente inservibles en el frutero.
La parte positiva es que evitarlo está al alcance de cualquiera. Con unas cuantas pautas fáciles de seguir, es posible alargar su frescura sin sacrificar sabor ni consistencia. Aquí te contamos cómo hacerlo.
1. Evita el frigorífico... al menos al principio
Puede parecer contradictorio, pero el frío no siempre es buen compañero de los tomates. Especialmente si aún están algo verdes o firmes, guardarlos en la nevera detiene su proceso natural de maduración y puede afectar a su textura y sabor. El resultado: una pulpa insípida y una consistencia poco agradable.
Lo ideal:
- Guardar los tomates verdes o firmes fuera del frigorífico, en un lugar fresco y aireado.
- Mételos en la nevera sólo cuando estén muy maduros (y no vayas a utilizarlos pronto). La temperatura fría ralentizará su deterioro.
2. No los apiles: se estropean con facilidad
Los tomates no llevan bien la presión. Acumularlos unos sobre otros en un bol favorece la aparición de manchas blandas y acelera su descomposición.
El truco:
- Colócalos en una sola capa, con la parte del tallo hacia abajo. Esto minimiza el contacto con el aire por la zona más delicada del fruto y ayuda a conservar mejor su humedad.
3. ¿Tienes tomates cherry? Usa un tarro con tapa
Los tomates cherry o uva duran más si se conservan correctamente.
Cómo hacerlo:
- Lavarlos, secarlos bien y guardarlos en un tarro de cristal o plástico con tapa (o incluso en un tarro hermético).
- Consérvelos en un lugar fresco, o en el frigorífico si ya están muy maduros.
Consejo extra: poner una toalla de papel en el fondo del tarro ayuda a absorber la humedad extra y evita la formación de moho.
4. ¿Quedan tomates picados? ¡Evita que se desperdicien!
Si has utilizado medio tomate y te sobra otro trozo, no lo tires. Pero cuidado: los tomates cortados deben ir directamente a la nevera porque son más vulnerables.
Cómo conservarlos:
- Guárdelos con la parte cortada hacia abajo en un platito o tarro y cúbralos con film transparente o una tapa.
- Consúmalos en un plazo de 2 días.
5. ¿Quieres conservarlo durante semanas? ¡Haz tomate confitado o congélalo!
Si de lo que se trata es de alargar al máximo el tiempo de conservación, hay dos formas muy potentes:
a) Tomate confitado:
- Cortar los tomates por la mitad, sazonar con sal, hierbas y aceite de oliva.
- Asarlos a fuego lento durante unas 2 horas.
- Guárdelos en un tarro esterilizado, cubiertos con aceite de oliva. Pueden durar hasta 10 días en el frigorífico.
b) Tomates congelados:
- Lávalos, córtalos en dados o mitades y congélalos en bolsas o tarros.
- Puedes utilizarlos más tarde en salsas, sopas y salteados: el sabor se mantiene, aunque la textura cambie un poco.
Resumen rápido de buenas prácticas:
- Guardar fuera del frigorífico mientras estén verdes
- Dejar el tallo hacia abajo
- Mantener sin apilar
- Congelar o refrigerar para que duren MUCHO más tiempo
- Sin exceso de humedad
Fuentes de información:
1. Servicio de Extensión de la Universidad de California (UCANR)
2. Instituto Brasileño de Horticultura (IBHort)
3. Guía de Buenas Prácticas de Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria)
Puede que también le interese:
Salsa de tomate ácida, ¡nunca más! Los 6 secretos que no conocíasUsado en salsas, guisos, sopas y cremas, el tomate es uno de los ingredientes más versátiles en cocina. Sin embargo, muchas veces su acidez puede predominar y arruinar lo que podría haber sido un plato excelente. La acidez del tomate se debe a sus ácidos naturales, como el ácido málico y ácido cítrico, pero a partir de ahora no tendrás que preocuparte más por ellos. En este artículo te...
Mirella
Comentarios