¿Qué pasa si congelas mal la carne?
Congelar carne es una de las formas más eficaces de conservar alimentos y ganar tiempo en la cocina. Pero si no se hace bien, puedes comprometer su sabor, su textura e incluso su seguridad alimentaria. A continuación, te explicamos qué ocurre realmente cuando se congela mal la carne y cómo evitar los errores más comunes.
Riesgo nº 1: Quemaduras por congelación
Si congelas la carne sin protegerla adecuadamente, puede sufrir la temida “quemadura por congelación” (freezer burn). Ocurre cuando el alimento entra en contacto directo con el aire frío, lo que provoca deshidratación en la superficie. ¿El resultado?
- Manchas grises o blanquecinas en la carne
- Textura seca, correosa o gomosa tras la cocción
- Pérdida notable de sabor y jugosidad
Cómo evitarlo: Utiliza bolsas especiales para congelar, extrae todo el aire posible antes de cerrarlas y, si puedes, divide la carne en porciones pequeñas bien ajustadas al envase.
Riesgo nº 2: Congelar carne caliente
Por prisas, muchas personas meten directamente en el congelador carne recién cocinada o aún templada. Esto es un error serio por dos razones:
- Eleva la temperatura del congelador, poniendo en riesgo la conservación del resto de los alimentos.
- La carne permanece más tiempo en la llamada “zona de peligro” (entre 5 °C y 60 °C), lo que favorece la proliferación de bacterias.
Cómo evitarlo: Deja que la carne se enfríe a temperatura ambiente antes de congelarla (sin superar las 2 horas fuera del frigorífico).
Riesgo nº 3: Congelar carne con exceso de líquido
El exceso de sangre, jugos o humedad alrededor de la carne favorece la formación de cristales de hielo, que deterioran la estructura de las fibras. Al descongelarse, esos cristales se funden y arrastran buena parte de los jugos naturales.
Cómo evitarlo: Seca bien la carne con papel absorbente antes de envasarla. Si vas a congelarla con salsa o caldo, usa recipientes herméticos y deja un pequeño espacio para que el contenido pueda expandirse.
Riesgo nº 4: Volver a congelar la carne
Descongelar una pieza, usar solo una parte y volver a congelar el resto puede parecer práctico, pero es uno de los errores más graves desde el punto de vista sanitario. Cada ciclo de descongelación y recongelación aumenta el riesgo de contaminación microbiológica.
Cómo evitarlo: Divide la carne en porciones antes de congelarla, así solo descongelas la cantidad justa que necesitas.
Riesgo nº 5: Olvidarla en el fondo del congelador
La carne congelada no es eterna. Aunque el frío frena el crecimiento de bacterias, con el tiempo la calidad y el valor nutricional se deterioran.
Tiempos orientativos de conservación:
- Carne picada: hasta 3 meses
- Pechuga de pollo: hasta 9 meses
- Carne roja troceada: hasta 12 meses
- Carne adobada o marinada: hasta 2 meses
Consejo: Etiqueta cada paquete con la fecha de congelación y el tipo de carne y corte. Te será más fácil organizarte y evitar desperdicios.
En resumen: cómo congelar carne correctamente
- Usa envases adecuados y evita que entre en contacto con el aire.
- No congeles la carne caliente.
- Seca bien las piezas y congela en porciones.
- No recongeles carne cruda ni cocinada.
- Etiqueta siempre con fecha y respeta los tiempos de conservación.
Mirella Mendonça
Comentarios
Ema Rossi
Ultimamente en Argentina, la carne , ej: ojo de bife que suele ser muy tierno y sabroso, está relativamente, blando y sale mucha agua al cocinarlo, No está sabroso, ¿tienes alguna explicación? muchas gracias!!!