Manual de supervivencia para cuerpos en resaca

¿Te dejaste llevar anoche? Esta mañana, te has despertado con el estómago irritado, la boca pastosa, el corazón un poco al revés y el cerebro entre algodones... En resumen, tienes resaca. Pero, ¡que no cunda el pánico! Tu plato puede ser tu mejor aliado para ayudarte a recuperarte con suavidad. Aquí tienes qué comer (y beber) para recuperar el color sin que se te revuelva el estómago.
Plátano: tu mejor aliado al despertar
Rico en potasio, el plátano ayuda a contrarrestar la deshidratación provocada por el alcohol. Es fácil de digerir, alivia las náuseas y aporta energía gracias a sus hidratos de carbono naturales. Ideal si cuesta tragar algo más sólido.
Pan integral, arroz o avena: estabiliza el azúcar en sangre
Después de una noche de excesos, los niveles de azúcar en sangre bajan y eso se nota: fatiga, nerviosismo, incluso palpitaciones. Los hidratos de carbono complejos ayudan a estabilizarte sin sobrecargar el sistema digestivo.
Huevos: proteína y detox en un solo alimento
Los huevos contienen cisteína, un aminoácido que ayuda a descomponer el acetaldehído, una molécula tóxica producida por el hígado cuando elimina el alcohol. Además, son saciantes, reconfortantes y perfectos con una rebanada de pan tostado o un tazón de arroz caliente.
Caldo o sopa de miso: hidratación rápida y efectiva
La combinación de sal + agua + minerales del caldo hace maravillas contra la deshidratación. Si estás en modo 'energía cero', una sopa clara, caliente y salada alivia, rehidrata y vuelve a poner tu cuerpo en marcha.
Frutas con agua: sandía, pepino, cítricos
Cuando el cuerpo pierde agua por el alcohol, se resiente todo: dolor de cabeza, cansancio, boca seca.. Si eliges alimentos ricos en agua, como la sandía, el melón, el pepino y los cítricos, podrás recargar las pilas sin prisa pero sin pausa.
¿Y el café? Sí, pero con cuidado
Sí, por el efecto estimulante (y por la sensación de "volver a la vida"). Pero cuidado: el café es diurético y puede aumentar la deshidratación. Tómalo con moderación, siempre acompañado de un gran vaso de agua. Como alternativa, prueba el té verde, rico en antioxidantes, o una infusión de jengibre y limón.
Lo que debes evitar sí o sí
- Fritos y comidas muy grasas: solo irritarán más tu estómago.
- Azúcar refinado: puede darte un bajón mayor.
- Alcohol para “curarla” (como un Bloody Mary): solo retrasas lo inevitable.
En resumen
- Hidrátate bien, evita lo pesado, y apuesta por potasio, proteínas suaves y carbohidratos integrales.
- Un desayuno ideal: una tostada, un huevo, un plátano y un té.
Y, sobre todo, descansa, cuídate y... la próxima vez, intercala un vaso de agua entre copa y copa ;)

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