Haz esto después de comer y mejora tu digestión al instante
¿Alguna vez has sentido esa pesadez en el estómago después de una comida? ¿Esa necesidad casi automática de tumbarte en el sofá sin moverte durante horas? La digestión puede ser lenta, incómoda e incluso interferir en el resto del día, pero con unos pocos gestos sencillos es posible cambiar esa sensación por completo.
Aquí te proponemos cinco acciones fáciles que puedes incorporar justo después de comer para ayudar a tu cuerpo a digerir mejor
1. Mantente de pie o camina suavemente durante 10 minutos
Nada de tumbarse ni dejarse caer en el sofá tras la comida. Lo ideal es levantarse o dar un pequeño paseo. Esto activa el tracto digestivo, mejora la circulación y ayuda a reducir la sensación de hinchazón.
Consejo: una vuelta tranquila a la manzana o incluso caminar dentro de casa puede marcar la diferencia.
2. Bebe agua templada (¡nunca muy fría!)
Mucha gente cree que tomar agua fría tras comer es refrescante, pero lo cierto es que enfría el estómago, contrae los vasos sanguíneos y dificulta la digestión. En cambio, el agua templada o una infusión caliente (como de menta o manzanilla) ayuda a disolver las grasas y facilita el trabajo digestivo.
3. Evita la ropa demasiado ajustada
Sí, incluso la ropa puede influir en tu digestión. Las prendas que aprietan la zona del abdomen comprimen el estómago, dificultan el tránsito intestinal y pueden favorecer el reflujo o los gases.
Mejor: opta por ropa cómoda tras la comida, especialmente si pasas el resto de la jornada sentado.
4. Apaga las pantallas justo después de comer
Puede parecer extraño, pero mirar el móvil o cualquier pantalla justo después de comer interfiere en la comunicación entre tu cerebro y tu cuerpo. Distraído, masticas peor, no detectas bien la sensación de saciedad y el exceso de estímulos mantiene el cuerpo en alerta, lo que entorpece la digestión.
En su lugar, regálate una pausa real: escucha música, respira, mira por la ventana o cierra los ojos unos minutos.
5. Haz algunos estiramientos suaves
Unos estiramientos ligeros o ciertas posturas de yoga, como la postura del niño o una torsión suave sentado, pueden ayudar al sistema digestivo a trabajar mejor. Estimulan el movimiento intestinal y previenen molestias como gases o estreñimiento.
Una última reflexión
A menudo nos preocupamos mucho por lo que comemos… pero lo que hacemos después de comer también importa. Afecta directamente a cómo digerimos, a cómo nos sentimos e incluso a nuestro estado de ánimo.
Incorpora poco a poco estos pequeños hábitos a tu rutina diaria. Tu estómago (y tu cabeza) te lo agradecerán.
Mirella Mendonça
Comentarios
josefa_g2023_1
Tengo este problema y pienso seguir estas sugerencias!
Susana Islas
Muy buena información, nuestro estómago el segundo cerebro, hay que mantenerlo en buenas condiciones gracias
pedro-29
Es muy importante que tengamos buena digestión ya que beneficia el tracto digestivo.