El truco de la sal en las brasas que usan los parrilleros expertos

jueves 12 junio 2025 11:19 - Patricia González
El truco de la sal en las brasas que usan los parrilleros expertos

Las brasas están encendidas, la carne espera… pero un gesto puede marcar la diferencia. Algunos parrilleros, en plena barbacoa, lanzan un puñado de sal gruesa sobre el fuego como si escondieran un viejo secreto familiar. ¿Manía? ¿Superstición? ¿O hay algo más detrás de este ritual que atraviesa generaciones?

Antes de dejarte llevar por el humo o de pelear con las llamas rebeldes, conviene saber que la solución puede estar justo ahí, sobre las propias brasas. Entre costumbres heredadas y explicaciones científicas, este sencillo truco puede hacer que el asado quede en su punto perfecto.

¿Preparado para conocer el secreto mejor guardado de los parrilleros expertos?



El enemigo silencioso de la barbacoa

El fuego de la barbacoa parece tener vida propia. Basta un poco de grasa goteando sobre las brasas, y en cuestión de segundos aparecen las primeras llamaradas. A veces, el humo se vuelve espeso, invade el aire y empieza a afectar el sabor de la carne. ¿Te ha pasado? Es uno de los desafíos más habituales para cualquiera que se ponga frente a la parrilla.
Cuando eso ocurre, muchos piensan en mover la carne, apartar las brasas o incluso rociar un poco de agua. Pero estos remedios improvisados suelen ser ineficaces o, peor aún, perjudiciales para el punto de cocción. Por suerte, existe un recurso sencillo, heredado de los parrilleros de antaño, que puede solucionar el problema antes de que arruine tu asado.

¿Por qué la sal funciona sobre las brasas?

Cuando la sal gruesa cae sobre el carbón incandescente, ocurre algo más que un simple contacto. Las partículas de sal absorben parte de la grasa que gotea, evitando que esta arda en exceso y produzca ese humo denso que tanto perjudica el aroma de la carne. Además, al cubrir ligeramente las brasas, la sal ayuda a moderar la combustión, reduciendo el oxígeno disponible y manteniendo una temperatura más estable. No es magia, es pura física y química aplicada al arte de la parrilla.

Ventajas prácticas que agradecerás

Este pequeño gesto ofrece varios beneficios en pleno asado:
  • Menos humo molesto: la grasa se consume de forma más controlada.
  • Adiós a las llamaradas imprevistas: la sal ayuda a sofocar los pequeños fuegos sin necesidad de apagar las brasas.
  • Temperatura más uniforme: facilita que la carne se cocine de forma pareja.
  • Mejor sabor y jugosidad: al reducir el exceso de combustión, el sabor natural de la carne se mantiene intacto.

Cómo aplicar el truco paso a paso

  • Tipo de sal: opta por sal gruesa o de mar; su tamaño es ideal para interactuar con las brasas.
  • Cuándo echarla: espárcela cuando las brasas estén bien formadas y antes de colocar la carne.
  • Cantidad justa: un puñado distribuido de forma homogénea es suficiente.
  • Repetir si es necesario: si durante la cocción surgen llamas o exceso de humo, puedes añadir algo más.

¿Y tú?

¿Conocías este truco de la sal en las brasas? ¿Lo has probado alguna vez en tus barbacoas? Si tienes otros secretos o pequeños gestos que te ayudan a dominar el fuego y mejorar el asado, cuéntanoslos. Siempre es buen momento para compartir experiencias entre parrilleros.

Patricia GonzálezPatricia González
Apasionada por la cocina y el buen comer, mi vida se mueve entre palabras bien escogidas y cucharas de madera. Responsable pero despistada. Periodista y redactora con años de experiencia, encontré mi rincón ideal en Francia, donde trabajo como redactora para Petitchef. Me encantan el Bœuf bourguignon pero echo de menos el salmorejo de mi madre. Aquí combino mi amor por la escritura y los sabores suculentos para servir recetas e historias sobre cocina que espero te inspiren. La tortilla, me gusta con cebolla y poco hecha : )

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