Cómo usar el microondas para reducir a la mitad el tiempo en la cocina (sin sacrificar el sabor)

Antes de meterlas al horno o saltearlas en la sartén, puedes ablandar las verduras en el microondas para acortar la cocción final.

Cómo hacerlo

• Corta las verduras en trozos pequeños.
• Mételas en un recipiente apto con un poco de agua y tápalo (vale una tapa de silicona o film transparente).
• Cocina entre 3 y 5 minutos, según el tipo de verdura.

Ideal para patatas, calabacines, zanahorias, brécol y coliflor.

El microondas es excelente para fundir ingredientes delicados con más control que la olla, siempre que se utilice a baja potencia.

Consejo útil: Utiliza intervalos cortos de 20 segundos, removiendo entre medias. Así evitarás que se queme, sobre todo el chocolate.

Aunque no es el método más refinado, el microondas puede utilizarse para descongelar carne si se hace con cuidado. El objetivo es evitar que la pieza empiece a cocinarse por fuera mientras el interior sigue congelado. Para conseguirlo, lo mejor es usar la función de descongelación por peso y pausar el proceso cada 30 segundos para girar la pieza. Esto permite que el calor se reparta de forma más uniforme.

En lugar de envolver la carne en papel de cocina húmedo —algo poco recomendable, ya que puede dejar fibras y no aporta una mejora real—, es preferible cubrirla con una tapa apta para microondas.

Una vez descongelada, debe cocinarse de inmediato para evitar riesgos microbiológicos y conservar su textura natural.

El microondas puede ser útil para reducir el tiempo total de ciertas recetas que terminan en el horno. No se trata de sustituir la cocción, sino de adelantar fases previas que normalmente requieren más tiempo.

Calentar el relleno de una lasaña, precocer la pasta o ablandar las verduras son ejemplos de preparaciones que pueden resolverse en pocos minutos con un uso bien calculado del microondas. También es posible aplicar esta técnica a recetas como el arroz al horno, cocinándolo parcialmente antes de llevarlo al horno solo para gratinar o terminar la cocción.

Este tipo de precocción permite ahorrar tiempo, evitar el exceso de evaporación en el horno y mejorar el control sobre el punto final de cada ingrediente.

• ¿Estás exprimiendo un limón o una naranja? Calienta la fruta en el microondas durante 15 segundos: produce más zumo.
• ¿Ablandar azúcar moreno duro? Ponla en un tarro cerrado con un trozo de manzana o una toalla de papel húmeda durante 30 segundos.
• ¿Leudar el pan más rápido? Calienta un vaso de agua en el microondas durante 2 minutos, coloca la masa dentro (¡apagado!) y utiliza el vapor como horno.

No se trata de cocinarlo todo en el microondas, sino de utilizarlo con cabeza para adelantar pasos clave. Te ahorras tiempo, reduces cacharros y cocinas con menos agobios. Todo sin renunciar a un plato bien hecho.