Se hace el arroz blanco y se reserva para que se enfríe un poco.
Se corta la piña en trozos pequeños y el salmón en tiras.
Ahora montamos el plato. No hay sino que mezclar los ingredientes y aderezar a gusto. Yo creo que le puse demasiado queso, os aconsejo que le pongáis poquito, pues con el aceite se extiende y así queda más suave.