Ostras gratinadas para Navidad: el entrante elegante que convence hasta a los indecisos
En muchas casas de España las ostras no son tradición fija: son más bien un capricho de fiestas. Se compran cuando apetece “poner algo especial” en la mesa, pero luego llega la realidad: hay quien las disfruta sin pensar y hay quien las mira con distancia. No porque no le guste el marisco, sino porque la ostra cruda impone. Por textura, por costumbre, por esa idea de “esto no es para mí”.
Las ostras gratinadas solucionan ese choque con bastante elegancia. Siguen siendo ostras, sí, pero el horno las vuelve más amables: salen calientes, con una salsa suave y un gratinado que huele a entrante de celebración. Y además tienen otra virtud navideña: parecen un plato de restaurante y, sin embargo, se hacen en un rato.
Por qué funcionan tan bien cuando hay invitados
- Evitan el “yo cruda no” sin renunciar a servir ostras.
- Se comen calientes, que en una comida larga siempre se agradece.
- No te atan a la cocina: se preparan rápido y se sirven al momento.
- Quedan finas y elegantes sin esfuerzo, que es exactamente lo que una quiere en estas fechas.
Receta de ostras gratinadas
Ingredientes :
- 6 ostras
- Un chorrito de aceite de oliva
- 1 chalota muy picada (o un poco de cebolla, si es lo que tienes)
- 100 ml de vino blanco
- 2 cucharadas nata para cocinar (mejor si es espesa)
- Queso rallado que funda bien
- Pimienta negra
Preparación:
- Abre las ostras. Si puedes, pídelas abiertas en la pescadería: en Navidad también se compra tranquilidad.
- En una sartén, pocha la chalota con el aceite a fuego medio, sin prisa, hasta que quede blanda.
- Añade el vino blanco y deja que reduzca un poco. Incorpora la nata, mezcla y apaga. Pimienta al final.
- Coloca las ostras en una bandeja. Si tienes sal gorda, haz una cama para que no se vuelquen.
- Reparte la salsa sobre cada ostra y cubre con queso.
- Horno a 200 ºC, 12–15 minutos, hasta que el queso esté bien dorado.
- A la mesa, sin esperar.
Es sencillo, es rápido, es delicioso. Y en la mesa, tiene un aire de restaurante sin presiones.
Descubre la receta detallada aquí:
Dos detalles que evitan disgustos
- En el horno, no te pases de cocción: la ostra, si se cocina de más, se queda correosa. Aquí buscamos calor y gratinado, no castigo.
- Sirve poco y bien: con 1–2 por persona como entrante suele bastar. Mejor quedarse corta que convertirlo en una obligación.
Variaciones que funcionan
La regla de oro es sencilla: la ostra manda. Todo lo demás debe acompañar, dar perfume y un poco de brillo, pero sin taparla ni cocinarla hasta dejarla gomosa. A partir de esa idea, estas variaciones son fáciles y salen bien en una cocina normal.
Gratinado “de mantequilla”
El más agradecido cuando quieres un resultado elegante sin complicarte. Mezcla mantequilla pomada con perejil muy picado, pimienta y, si te gusta, medio diente de ajo (pero pochado previamente o muy, muy mínimo). Pon una nuez pequeña sobre cada ostra y cubre con pan rallado fino. Horno fuerte hasta que dore por arriba (pocos minutos).
Chalota + vino blanco, pero con final de limón
Es la versión “clásica” con un gesto que la levanta. Haz tu salsa de chalota + vino blanco reducido + nata. Al apagar el fuego, añade unas gotas de limón (muy pocas) y un poco de ralladura si te apetece. Gratina con poco queso o, mejor, con pan rallado para que el dorado sea más limpio.
Cava y manzana
Suena especial y, sin embargo, es facilísima. Sustituye el vino por cava y reduce con chalota. En cada concha, pon media cucharadita de manzana rallada (o una compota muy ligera). Encima, la ostra y un gratinado suave de pan con mantequilla (o un queso muy discreto).
Espinacas y salsa suave
Funciona muy bien con quien se resiste al crudo. Saltea espinacas con un poco de chalota y liga con una cucharada de nata. Pon una cama mínima de espinacas en cada concha, la ostra encima y corona con una cucharada de salsa tipo holandesa rápida (o una mayonesa suave aligerada con un toque de agua caliente y limón, sin que hierva). Gratina solo lo justo para que coja color por arriba.
Adèle Peyches
Comentarios