Qué hacer de comer cuando se va la electricidad

martes 29 abril 2025 10:04 - Patricia González
Qué hacer de comer cuando se va la electricidad

El 28 de abril no se me va a olvidar fácilmente. A media mañana, cuando ya pensaba en lo que iba a cocinar para comer, se fue la luz. Un apagón general, un corte de electricidad que no solo afectaba a mi barrio, sino a buena parte de España y, según decían las noticias que llegaban a cuentagotas al móvil, también a otros países. En casa, todo se detuvo. El frigorífico dejó de hacer ese ruido del que tanto solía quejarme, la cafetera quedó a medio hacer y la vitrocerámica, inútil. Miré alrededor, como buscando algo que hiciera ruido, una chispa de normalidad, pero nada. Solo silencio.

¿Qué comemos ahora? —pensé. No tengo cocina de gas y, aunque bajar al supermercado a por algún táper de comida ya preparada era una opción, lo que sentí fue algo parecido a un reto. Porque comer había que comer. Y, aunque nos hemos acostumbrado a tener electricidad para casi todo, la verdad es que no siempre fue así. Si antes se podía cocinar sin enchufes, sin freidoras de aire, sin batidoras eléctricas, digo yo que hoy también.

Así que, respirando hondo, abrí la despensa y empecé a pensar como habrían pensado mis abuelos. Y descubrí que hay muchas recetas que se pueden hacer si hay unas manos dispuestas y algo de tiempo. Una buena alacena cargada de conservas, latas y legumbres en botes también ayuda bastante ;-) Estas fueron algunas de las ideas que se me ocurrieron y a las que podría recurrir si, la situación se prolongaba.


Una buena ensalada

Cuando se va la luz, las ensaladas se convierten en una de las opciones más socorridas. No necesitan calor y pueden ser tan sencillas o completas como queramos. Basta con tener algunas verduras frescas a mano (lechuga, tomate, pepino, zanahoria) y algo que las complemente para hacerlas más contundentes: un bote de lentejas o garbanzos cocidos, algo de atún en lata, unas aceitunas, huevo duro (si lo tenemos hecho de antes). Incluso se puede preparar un tabulé con coliflor rallada, hierbas frescas y un aliño generoso. Son platos rápidos, nutritivos y muy adaptables a lo que haya en la nevera o la despensa. Así de fácil sería preparar una ensalada completa, saciante y sin necesidad de ningún tipo de cocción.


Bocadillos, fajitas, wraps... con lo que haya

Después, a mi cabeza vinieron los bocadillos, esos héroes de las excursiones infantiles, de las emergencias y de los días en los que no hay tiempo ni ganas de cocinar. Bastaba un buen pan de semillas, unas lonchas de jamón serrano, un poco de queso curado y, como toque especial, unas tiras de pimiento asado en conserva que aún guardaba en la despensa. No hacía falta mucho más: algo sencillo, sabroso y rápido.

Además, no había por qué limitarse al clásico bocadillo. Con pan de molde podía preparar sándwiches variados, y con unas tortillas de trigo improvisar unos wraps fríos, rellenándolos con lo que hubiera disponible: verduras, embutidos, restos de ensalada o queso. Tener pan en casa, aunque no sea del día, puede ser una auténtica baza en momentos como este. Sobre una rebanada también se pueden montar comidas completas: desde una tosta de sardinas con tomate hasta una bruschetta improvisada con pimientos de bote, sobras de pollo cocinado o cualquier embutido. Al final, todo depende de combinar lo que se tiene a mano con un poco de imaginación.


Latas y botes de conserva

Las conservas son un verdadero salvavidas en la cocina sin electricidad. Garbanzos, lentejas, alubias, atún, mejillones, sardinas, pimientos, espárragos, alcachofas, champiñones… Con un poco de orden en la despensa se pueden montar platos completos sin necesidad de calentar nada. Una ensalada de alubias blancas con cebolla y pimiento, una mezcla de atún con maíz y tomate, una tabla improvisada de aceitunas, paté y pan. Tener botes en conserva variados es casi como tener medio menú resuelto.


Con acceso a agua caliente, más opciones

Si tenemos acceso a agua caliente (aunque sea del grifo) se abre un abanico de posibilidades. Podemos hidratar cuscús y preparar un tabulé con tomate, pepino, cebolla y hierbas. También se pueden preparar rollitos vietnamitas: solo hay que hidratar las hojas de arroz con agua caliente y rellenarlas con lo que tengamos a mano (verduras ralladas, alguna proteína cocida previamente, incluso restos de tortilla). Son platos ligeros, sabrosos y fáciles de montar.


Ceviche, tartar o carpaccios

Otra opción perfecta para momentos sin electricidad son los platos que se preparan en frío, como ceviches, tartares o carpaccios. Si tenemos pescado o carne fresca y en buen estado, podemos cortarlos finamente y marinarlos con zumo de lima, aceite de oliva, sal, pimienta y algún toque de hierbas o especias. Un ceviche de gambas o un tartar de atún con aguacate pueden ser platos completos y deliciosos. También se puede optar por un carpaccio de ternera o incluso de calabacín, aderezado con aceite, unas lascas de queso curado y rúcula.

Para quienes prefieran una opción vegetariana, un tartar de tomate con alcaparras, cebolla morada y un chorrito de buen aceite de oliva resulta refrescante, fácil de preparar y muy sabroso. Solo hace falta picar los ingredientes, aliñarlos y dejar que reposen unos minutos para que los sabores se mezclen. Son recetas que no requieren cocción, se montan en pocos minutos y aportan un punto de frescura muy agradecido en situaciones como esta.


Picoteos fríos y tablas improvisadas

Una tabla de quesos, algo de fiambre, frutos secos, fruta fresca, pan o picos, un poco de hummus, guacamole o cualquier paté que tengamos abierto. No es necesario complicarse. A veces, lo más sencillo es también lo más apetecible. Un picoteo frío bien presentado puede resolver una comida sin necesidad de cocinar nada. Puedes preparar unos crudité o palitos de verduras para dipear en una salsa de yogur o preparar unos apetitosos rollitos de salmón ahumado, queso crema y espárragos.


Postres sin horno ni batidora

Hasta el postre se puede improvisar sin electricidad. Aunque no tengamos horno ni batidora, preparar un postre casero sigue siendo posible. Con ingredientes básicos y un poco de creatividad, se pueden hacer dulces deliciosos que no necesitan cocción. Una opción fácil son las frutas frescas: una macedonia bien aliñada con zumo de naranja y un toque de menta, o unos plátanos partidos y bañados en crema de cacahuete o yogur natural.

También podemos preparar pequeñas delicias inspiradas en la cocina crudívora, como bolitas energéticas a base de dátiles triturados a mano, copos de avena, coco rallado y frutos secos. Otra idea rápida es montar vasitos de yogur con capas de mermelada, galletas troceadas o granola, creando un postre sencillo pero muy vistoso. Luego recordé que incluso había postres más elaborados que no requerían ni cocción ni batidoras, como un cheesecake de limón en frío o un brownie crudo hecho a base de dátiles.


Volver

Ese 28 de abril entendí y recordé muchas cosas. Como que se puede hacer una buena mayonesa casera con solo un mortero y algo de paciencia, o que se pueden montar claras de huevo (mejor si son pasteurizadas) para preparar una mousse de limón, a base de fuerza de brazo y un buen tenedor. También recordé que ese gazpacho o ese salmorejo que hoy preparo en la Thermomix, mi abuela los hacía majando los ingredientes a mano, en un lebrillo de barro.


Consejos prácticos para cocinar sin electricidad

Por si vuelves a verte en la situación, aquí van algunas lecciones que aprendí:

  • Organiza primero lo que tienes. Usa lo que pueda estropearse antes: verduras frescas, lácteos, pescados.
  • Prepara platos en frío: ensaladas, bocadillos, ceviches, carpaccios, quesos, embutidos.
  • Utiliza conservas y alimentos de larga duración: legumbres cocidas, verduras en tarro, frutas en almíbar.
  • Aprovecha el ácido del limón o el vinagre para "cocinar" o marinar alimentos.
  • Haz postres rápidos: yogur con frutas, queso fresco con miel, galletas con crema de cacao.
  • Redescubre los morteros y cuchillos. Son tus mejores aliados.
  • Piensa como antes: conservar en aceite, en vinagre, salar, escabechar.
  • Exploración de métodos de cocción alternativos: El gas por supuesto es una alternativa asequible y común pero también existen técnicas de cocción sin gas ni electricidad, que merece la pena conocer: como el uso de estufas de leña, hornos solares, hornos de leña, deshidratadores solares, etc. Estas opciones permiten cocinar de manera eficiente y sostenible en diferentes entornos.

Puede que también te interese:

15 ideas de ensaladas variadas y saludables15 ideas de ensaladas variadas y saludables

Las ensaladas son perfectas para el buen tiempo, para hacer dieta, sentirse bien con el cuerpo, más saludable, como acompañamiento de platos, a modo de entrante, para compartir entre varios en comidas con amigos o como una simple cena ligera.

5 aperitivos sin cocción para cualquier ocasión5 aperitivos sin cocción para cualquier ocasión

Hay ocasiones en las que nos gustaría disfrutar de un aperitivo sin tener que complicarnos mucho en cocina y sin que tengamos que encender el horno ni la hornilla. Para ese tipo de ocasiones Petitchef te trae no una sino hasta 5 ideas a las que podrá recurrir siemrpre que que haga mucho calor, cuando no tengas electrodomésticos a mano o cuando tengas que servir un buffet un catering o...


Patricia GonzálezPatricia González
Apasionada por la cocina y el buen comer, mi vida se mueve entre palabras bien escogidas y cucharas de madera. Responsable pero despistada. Periodista y redactora con años de experiencia, encontré mi rincón ideal en Francia, donde trabajo como redactora para Petitchef. Me encantan el Bœuf bourguignon pero echo de menos el salmorejo de mi madre. Aquí combino mi amor por la escritura y los sabores suculentos para servir recetas e historias sobre cocina que espero te inspiren. La tortilla, me gusta con cebolla y poco hecha : )

Comentarios

Califica este artículo: