Agua de arroz: el ingrediente secreto que mejora tu piel y tu cabello

Se trata del líquido que queda tras enjuagar o cocer el arroz, un subproducto humilde pero rico en almidón, vitaminas del grupo B, minerales como hierro, zinc y magnesio, así como antioxidantes naturales. En diversas culturas asiáticas, con especial arraigo en China, Japón e India, su uso en el cuidado de la piel forma parte de la sabiduría popular desde hace siglos.

Lejos de ser una superstición sin fundamento, varios estudios apuntan a sus efectos positivos. En particular, una investigación publicada en el International Journal of Cosmetic Science en 2002 identificó que los extractos de arroz pueden mejorar la función barrera de la piel, favoreciendo tanto su hidratación como su elasticidad. La clave estaría en el inositol, un carbohidrato que estimula la regeneración celular y podría ralentizar el envejecimiento cutáneo.

También se le atribuyen propiedades calmantes y antiinflamatorias, útiles para aliviar pequeñas irritaciones como rojeces o brotes de acné. Por ello, no es extraño encontrarlo como ingrediente habitual en rituales de belleza asiáticos, aplicado tanto sobre el rostro como en el cabello.

Puede utilizarse tanto el agua resultante de enjuagar arroz crudo como la que se obtiene al cocerlo. Estas son las formas más comunes:

• Tónico facial: tras lavar el arroz, reserva la primera o segunda agua en un recipiente cerrado. Una vez fría, aplícala con un disco de algodón sobre el rostro limpio.
• Acondicionador capilar: después del lavado con champú, se puede aplicar el agua de arroz directamente sobre el cabello, dejar actuar unos minutos y aclarar. El resultado es una melena con mayor vitalidad.

Un consejo adicional: si se deja reposar durante uno o dos días en la nevera, el agua fermenta y su efecto puede intensificarse. Sin embargo, en pieles sensibles puede generar reacciones. Conviene hacer una pequeña prueba antes de aplicarla de forma general.

A pesar de sus beneficios, no conviene conservarla más de 5 días, incluso refrigerada. Y como siempre en el ámbito del cuidado personal, si se tiene la piel muy reactiva o se padecen afecciones cutáneas, lo más sensato es consultar antes con un dermatólogo.

La próxima vez que prepare arroz, piénselo dos veces antes de tirar el agua. Tu cocina podría esconder un pequeño secreto de belleza que ha encantado a las culturas antiguas y que ahora cuenta con el respaldo científico para conquistarte a ti también.