Barbacoa con moscas, ¡nunca más! Este truco con limón es infalible y añade sabor a la carne

La idea es tan simple como ingeniosa: corta varios limones por la mitad, pincha unos cuantos clavos de olor en la pulpa de cada mitad y colócalos en los bordes de la parrilla o cerca de las brasas, sin que toquen directamente el fuego.

El secreto está en los aceites esenciales que contienen tanto el clavo como el limón: el eugenol y el limoneno, respectivamente. Estos compuestos, al calentarse, se evaporan y liberan un aroma intenso que actúa como repelente natural.

Lo interesante es que, al mismo tiempo, ese perfume especiado y cítrico se mezcla con el aroma de la barbacoa y potencia el sabor de la carne, especialmente en cortes de cerdo o pollo.

• En la habitación: puedes colocar cuencos con mitades de limón y clavos de olor sobre la mesa o cerca de ventanas y puertas. El efecto es el mismo y además decora.
• En la barbacoa: si ya has exprimido los limones, aprovecha las cáscaras y ponlas sobre las brasas (con o sin clavos). El humo que desprenden tiene un punto cítrico y ligeramente dulce que combina muy bien con carnes a la brasa.
• En el adobo: usa el zumo para aliñar la carne y reserva las pieles para añadirlas después al carbón. Aquí, todo se aprovecha.

Este truco es perfecto para quienes prefieren evitar los repelentes industriales o las velas perfumadas. Es natural, seguro si hay niños o mascotas cerca, y deja un olor fresco y agradable en el ambiente.

Ahora que lo sabes, no hay excusas: si buscas una forma sencilla de mantener las moscas lejos mientras realzas el sabor de tus barbacoas, el limón con clavo es tu mejor baza. Es de esas ideas que parecen una tontería… hasta que las pruebas.