8 errores al cocinar carne y cómo solucionarlos fácilmente
Crees que sabes cocinar carne. Y quizá no lo haces nada mal. Pero incluso los cocineros más experimentados cometen pequeños errores que, sin querer, afectan al resultado final: cortes que quedan secos, duros o poco jugosos. El problema es que muchos de estos fallos pasan desapercibidos: salar antes de tiempo, no dejar reposar, cortar mal, fiarse solo del color…
La buena noticia es que corregirlos es más fácil de lo que piensas. Si quieres que tus filetes, solomillos o entrecots queden jugosos y perfectos cada vez, aquí van los 8 errores más habituales al cocinar carne (y cómo solucionarlos).
1. Cocinar la carne directamente de la nevera
Sacar la carne del frigorífico y ponerla directamente sobre el fuego es uno de los fallos más habituales. ¿El resultado? Un exterior cocinado en exceso y un interior aún frío. La cocción queda descompensada, y la textura, comprometida.
La solución: deja reposar la carne entre 30 y 60 minutos antes de cocinarla. Así se atempera y se cocina de forma homogénea. La temperatura inicial es una de las claves para alcanzar el punto exacto.
2. No secar bien la superficie
¿Te preguntas por qué no se forma esa costra dorada y sabrosa? Muchas veces, la culpa es del agua. La humedad impide que se active la reacción de Maillard, la responsable del color y sabor de la carne bien sellada.
La solución: siempre seca la superficie con papel de cocina justo antes de ponerla al fuego. Esto mejorará la caramelización.
3. Salar demasiado pronto (o demasiado tarde)
¿Sal antes o después? Este dilema es fuente de muchos errores. Si salamos demasiado pronto, la carne pierde jugos; si salamos solo al final, el interior queda insípido.
La solución: la mayoría de las veces, lo ideal es salar justo antes de poner la carne al fuego. En cortes gruesos, se puede salar hasta media hora antes para lograr un ligero curado superficial.
4. Manipular la pieza en exceso
Muchos no pueden evitarlo: presionan con la espátula, pinchan con el tenedor. Y cada vez que lo hacen, los jugos escapan.
La solución: manipula la carne lo mínimo posible. Dale la vuelta solo cuando esté bien sellada. Nada de presionar. Para comprobar el punto, mejor usa el termómetro o el test del tacto.
5. Cocinar a fuego excesivamente alto o bajo
El fuego mal calibrado es otro clásico. O demasiado fuerte, quemando el exterior, o tan bajo que cuece la carne sin sabor.
La solución: empieza con fuego alto para sellar y después ajusta la temperatura según el grosor.
6. No respetar los tiempos de reposo
Sacar la carne del fuego y cortarla al instante es un error frecuente. Al hacerlo, los jugos salen al plato y la pieza pierde jugosidad.
La solución: deja reposar la carne. Bastan 5 minutos para piezas pequeñas, 10-15 minutos para cortes grandes, tapados ligeramente con papel de aluminio. El reposo es el broche final de una buena cocción.
7. No ajustar el corte a las fibras
Un mal corte puede estropear todo el trabajo anterior. Si cortas siguiendo las fibras, obtienes una carne más dura.
La solución: siempre corta perpendicular a las fibras musculares.
8. Desconocer el punto de cocción
Muchos se fían solo del color o del tiempo estimado, pero eso suele fallar.
La solución: usa un termómetro de cocina para medir la temperatura interna: rare (50-52 °C), medium rare (55-57 °C), medium (60-63 °C), bien hecho (65 °C o más).
¿Y tú?
¿Cuántos de estos errores reconoces en tu propia cocina? ¿Sueles atemperar la carne antes de cocinarla o la llevas directa del frigorífico al fuego? ¿Secas bien la superficie o confías en que se dore por sí sola? ¿Eres de los que pinchan, presionan o manipulan la carne demasiado? ¿Y el reposo: lo respetas o cortas nada más sacar la pieza?
Comparte en comentarios tus costumbres, trucos o incluso esos pequeños fallos que todos cometemos alguna vez al cocinar carne. Tu experiencia puede servir de inspiración (¡y de aprendizaje!) para otros cocinillas.
Patricia González
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