Así puedes evitar que las patatas se pongan grises y pierdan su buen aspecto al hervirlas
El otro día cocí unas patatas para hacerme una ensaladilla rusa. Justo después de escurrirlas, me llamaron por teléfono. Cuando volví a la cocina, seguían ahí, ya templadas… pero con un color raro: más apagado. Estaban grisáceas y poco apetecibles. Ni rastro de ese tono cálido y tentador de la patata recién cocida. ¿Qué había pasado? ¿podía comerlas o se habían puesto malas y tenía que tirarlas?
Puede que tú también lo hayas experimentado. Y aunque parezca algo inevitable, en realidad tiene una causa concreta. La buena noticia: entender qué ocurre te permitirá evitarlo sin esfuerzo.
Si estás pensando en preparar una ensaladilla, unas patatas aliñadas o simplemente te gusta cocerlas con antelación para tenerlas listas durante la semana, sigue leyendo: te contamos cómo evitar que se pongan grises y apagadas después de la cocción.
¿Por qué cambian de color las patatas cocidas?
Todo tiene que ver con una reacción química. Lo que ocurre cuando dejas tus patatas cocidas al aire es una combinación de dos cosas:
- Oxidación: algunas variedades de patata tienen compuestos que, al contacto con el aire después de la cocción, se oxidan y se oscurecen.
- Reacción con el hierro y el azufre: durante la cocción se liberan sustancias naturales (sí, totalmente normales) que, si no se enfrían a tiempo, pueden reaccionar entre sí. El resultado: ese tono gris, algo apagado, que no da muchas ganas de hincar el tenedor.
¿Se pueden comer igual o tengo que tirarlas?
Sí. Son totalmente comestibles. Lo que cambia es el aspecto, no la seguridad alimentaria. No es peligroso, no es tóxico, no es que estén malas. Solo han perdido ese aspecto apetecible que asociamos con lo recién hecho.
Y si te da cosa servirlas así, hay truco: úsalas en platos donde el color no se note, como croquetas, tortillas o incluso puedes agregárselas a un guiso.
Lo más importante: cómo evitar que las patatas se pongan grises
Si te ha pasado alguna vez, tranquila: es facilísimo de evitar. Solo necesitas hacer esto justo después de cocerlas:
- Enfríalas rápido: Escúrrelas y pásalas directamente por agua fría, o mejor aún, mételas en un bol con agua y hielo. Así frenas la reacción de inmediato.
- No las dejes al aire: Nada de dejarlas en el escurridor mientras haces otra cosa. Tápalas, guárdalas en un táper cerrado o sumérgelas en agua fría si no las vas a usar al momento.
- Un chorrito de vinagre o limón: Añadir un poco de vinagre al agua de cocción puede ayudar a que mantengan mejor el color? Funciona porque acidifica el medio y reduce la oxidación.
- Elige bien la variedad: Algunas patatas se oscurecen más que otras. Si puedes elegir, usa Monalisa, Kennebec o Spunta para ensaladas: son más firmes, tienen menos almidón y aguantan mejor.
Así que no lo olvides:
Si no quieres que tus patatas cocidas se pongan feas: no las dejes al aire, enfríalas cuanto antes y guárdalas bien tapadas.
Y sí, siguen siendo comestibles incluso si se han oscurecido, pero ahora ya sabes cómo evitarlo de forma sencilla.
Patricia González
Comentarios