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La hipertensión arterial (HTA) es una realidad que afecta a gran parte de la población, y puede puede ir dañando sigilosamente nuestro organismo durante años hasta que los primeros síntoma aparezcan. A menudo hablamos de reducir el estrés y hacer más deporte, pero la dieta desempeña un papel igualmente crucial. Algunos alimentos, aunque apetecibles, pueden ser en realidad verdaderos enemigos de nuestra salud cardiovascular. Por eso, si quieres mantener tu tensión arterial bajo control y optimizar los efectos de los tratamientos, te mostramos una lista de alimentos que debe evitar radicalmente.
1. Regaliz
Puedes que pienses que el regaliz es inofensivo, pero ¡ten cuidado! Contiene ácido glicirrícico, un compuesto que puede disparar la tensión arterial. Este ácido reduce los niveles de potasio y favorece la retención de líquidos, dos factores que contribuyen en gran medida a la hipertensión.
2. La sal, enemigo público número 1
Todos sabemos que el exceso de sal es perjudicial para la salud. Pero, ¿por qué? El exceso de sodio en la sal hace que el cuerpo retenga agua. De modo que, los vasos sanguíneos se ven sometidos a una gran presión, lo que provoca un aumento de la tensión arterial. Productos como los embutidos, los platos precocinados y las salsas industriales están repletas de sal. Lo ideal es limitar el consumo de sal a menos de 6 gramos al día, lo que vendría a ser una cucharadita. Sabemos que no es del todo fácil, ¡pero tu corazón te lo va a agradecer!
3. Carnes rojas y procesadas: cuidado con los excesos
La carne roja y, peor aún, las carnes ultraprocesadas como el beicon o las salchichas, están cargadas de grasas saturadas y sodio. Una combinación que puede agravar la hipertensión al aumentar el colesterol y la presión sobre las arterias. Esto no significa que debas despedirte de un buen trozo de carne, pero limita la cantidad y favorece las carnes magras o el pescado.
4. Alimentos fritos
Los alimentos fritos, por tentadores que sean, están llenos de grasas saturadas y ácidos grasos trans. Se sabe que estos últimos elevan los niveles de colesterol "malo", obstruyen las arterias y aumentan la tensión arterial. En resumen, ya sean patatas fritas, croquetas o nuggets, lo mejor es comerlos con moderación, o evitarlos siempre que sea posible.
5. Alcohol
Se suele decir que un vasito de vino no hace daño a nadie, y es cierto... siempre que sea ocasional. Pero cuidado: el alcohol consumido en grandes cantidades contribuye a aumentar la tensión arterial. Por eso,es aconsejable limitar su consumo.
6. Cafeína y bebidas energéticas
Si tiendes a abusar del café, el té o las bebidas energéticas, ¡cuidado con el exceso de cafeína! Aunque el efecto sea temporal, la cafeína puede provocar un aumento de la tensión arterial en personas sensibles. Prueba otras bebidas sin tanta cafeína o limita su consumo a 2 o 3 tazas máximo al día.
7. Productos ultraprocesados
Las patatas fritas de bolsa, las galletas saladas industriales, las comidas congeladas y la comida rápida suelen tener un alto contenido en sal, grasas saturadas y azúcar. Estos productos ultraprocesados no son buenos para el corazón y aumentan el índice de masa corporal y la presión arterial. Siempre que te sea posible, opta por alimentos frescos y no procesados.
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