¿Has dejado la puerta del congelador abierta? Puede ser un riesgo para tu salud y tu comida. Te contamos cuánto tiempo es seguro

Wednesday 27 August 2025 16:00 - Mirella Mendonça
¿Has dejado la puerta del congelador abierta? Puede ser un riesgo para tu salud y tu comida. Te contamos cuánto tiempo es seguro

¿Quién no se ha olvidado alguna vez la puerta del congelador abierta y ha sentido el temor de perder toda la comida? Es una situación más común de lo que parece y que puede afectar tanto a la calidad como a la seguridad de los alimentos. Pero, ¿cuánto tiempo puede permanecer abierta la puerta del congelador sin causar problemas?

La respuesta no es única. Depende de la cantidad de comida almacenada, de la temperatura ambiente e incluso del tipo de congelador. Aun así, hay algunas pautas prácticas que conviene tener claras para evitar desperdicios y, sobre todo, intoxicaciones.


1. Hasta 2 horas: sin grandes riesgos

Si la puerta se quedó abierta un máximo de dos horas, lo normal es que los alimentos sigan siendo seguros, especialmente si el congelador estaba lleno. El aire frío que queda atrapado entre los productos ayuda a mantener la temperatura.

2. Entre 2 y 4 horas: máxima precaución

En ese intervalo, ciertos alimentos empiezan a estar en terreno delicado. Los helados pierden textura enseguida y las carnes en trozos pequeños o el pescado pueden comenzar a descongelarse por los bordes. Si notas escarcha derretida o charcos de agua, la temperatura ya ha subido.

Si todavía conservan cristales de hielo y están fríos al tacto, pueden cocinarse de inmediato y, una vez cocinados, volver a congelarse. Pero si están completamente blandos, lo más prudente es consumirlos en el momento o desecharlos.

3. Más de 4 horas: riesgo real de pérdida

Si la puerta ha estado abierta durante más de 4 horas, el margen de seguridad se reduce drásticamente. La mayoría de bacterias pueden multiplicarse en alimentos que han superado los 5–8 ºC durante varias horas. Carnes picadas, pescados, mariscos o platos preparados son especialmente sensibles y deben descartarse sin dudarlo.

Otros productos como panes, bollería o verduras cocidas pueden no suponer un riesgo sanitario tan alto, pero su calidad quedará comprometida. En caso de duda, la regla es sencilla: mejor tirarlo que arriesgarse a una intoxicación.

4. Qué hacer si te ocurre

Lo primero es comprobar el estado de los alimentos:

  • Fríos o con cristales de hielo: aún son seguros. Cocina y consume cuanto antes, o congélalos de nuevo ya cocinados.
  • Blandos pero todavía fríos en el centro: consúmelos de inmediato tras la cocción, nunca los vuelvas a congelar en crudo.
  • Totalmente descongelados y templados: lo más seguro es descartarlos.

Después, aprovecha para limpiar y desinfectar el congelador: la humedad acumulada es un caldo de cultivo para bacterias y puede dejar malos olores si no se higieniza bien.

5. Cómo evitar que vuelva a pasar

  • Asegúrate siempre de que la puerta cierre bien después de usarlo.
  • No sobrecargues el congelador: un exceso de productos puede impedir un cierre correcto.
  • Instala un sistema de alarma de puerta abierta (muchos modelos actuales ya lo incluyen).
  • Mantén el interior ordenado para acceder rápido a lo que necesitas.

Un descuido muy común, pero con consecuencias

Olvidar la puerta del congelador abierta puede parecer un despiste menor, pero afecta de lleno a la seguridad de los alimentos. Como regla general: hasta 2 horas es seguro, entre 2 y 4 horas requiere cautela y, a partir de ahí, el riesgo de contaminación es real.

La prevención es sencilla: comprobar siempre que la puerta haya cerrado bien y no sobrecargar el congelador. Y ante la duda, aplica la norma más importante en seguridad alimentaria: si no estás seguro de que un alimento es seguro, lo más prudente es desecharlo.

Mirella MendonçaMirella Mendonça
Soy responsable editorial de Petitchef (Portugal y Brasil) y una gran apasionada de los viajes y la gastronomía mundial, siempre en busca de nuevos sabores y experiencias. Sin embargo, por más que me encante explorar las delicias de diferentes culturas, la cocina de mi madre siempre será mi favorita, con ese sabor único que solo ella sabe crear.

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