Nunca adivinarás el ingrediente secreto de este bizcocho de chocolate tan húmedo y esponjoso
Lees la receta y piensas: de ninguna manera. Entre los ingredientes aparece la mayonesa y, no, no vas a hacer una hamburguesa, sino un bizcocho de chocolate con una pinta espectacular. ¿Un bizcocho de chocolate con mayonesa? Pero… ¿qué es esto? ¿Una excentricidad más de internet? Nada de eso. Esta receta nació en Estados Unidos, en plena Gran Depresión, como una solución ingeniosa ante la escasez de ciertos alimentos, y ha sobrevivido desde entonces por una razón sencilla: funciona.
Probada, sorprendente y deliciosa, esta receta logra un bizcocho tan jugoso y esponjoso que nadie imaginaría su secreto. Te contamos por qué este ingrediente funciona y cómo preparar este bizcocho.
¿Por qué funciona?
La mayonesa no es más que una emulsión de aceite y huevo, dos ingredientes habituales en repostería. Esa combinación aporta justo lo que cualquier bizcocho necesita: grasa para la suavidad, humedad para la miga y estructura para la masa.
En esta receta, la mayonesa sustituye parcialmente la mantequilla o el aceite y consigue una masa más tierna y jugosa, gracias a su equilibrio entre agua y grasa. El bizcocho queda con una textura ligeramente más densa, pero muy delicada, que conserva bien la humedad tras el horneado. Y lo mejor: no deja ni rastro de sabor a mayonesa, solo una textura increíble y un punto de suavidad que marca la diferencia.
Eso sí, recuerda que la mayonesa lleva huevo y, según la marca, puede contener trazas de leche, por lo que esta receta no es apta para personas con alergia a esos ingredientes.
¿Cómo se hace?
Tan fácil como mezclar los ingredientes líquidos con la mayonesa. En otro bol, combina los ingredientes secos e incorpóralos poco a poco. Mezcla hasta integrar, vierte en el molde y hornea. Al salir del horno, tendrás un bizcocho muy húmedo y tierno, con un sabor a chocolate intenso y sin el más mínimo recuerdo del ingrediente secreto. La emulsión de la mayonesa ayuda a que el cacao se reparta mejor y evita que la miga se reseque.
Aquí tienes la receta completa, con el paso a paso, la videoreceta y las proporciones exactas de los ingredientes.
¿Con mayonesa? Si! no te asustes! no le da ningún sabor, tan sólo le da textura y es un sustituto a los huevos y la materia grasa. Es por eso que esta receta no lleva huevos, ni aceite ni mantequilla, porque ya los lleva la mayonesa :) Es tu turno! haz...
Otras dudas sobre el bizcocho de chocolate con mayonesa
- Qué mayonesa usar. No todas sirven. Para esta receta, lo ideal es una mayonesa comercial y de sabor neutro, sin vinagre fuerte ni aceite de oliva intenso. Las elaboradas con aceite de girasol funcionan mejor, porque respetan el protagonismo del cacao. ¿Y la casera? Solo si se prepara y hornea de inmediato. Su fragilidad microbiológica hace que no sea recomendable guardarla ni reutilizarla, aunque aporta una textura aún más delicada si se consume el mismo día.
- Pero… ¿sabe a mayonesa? En absoluto. Al hornearse, el calor elimina los compuestos que dan sabor a la mayonesa y solo queda su parte útil: la mezcla de grasa y agua que ayuda a que el bizcocho retenga la humedad y conserve la miga tierna y jugosa. El resultado es un bizcocho suave, húmedo y con un sabor a chocolate intenso y delicioso. Y no, no sabe en absoluto a mayonesa.
- Cómo conservarlo. Gracias a la mayonesa, este bizcocho se mantiene tierno y húmedo varios días. Guárdalo tapado a temperatura ambiente o en recipiente hermético. También puedes refrigerarlo o congelarlo y dejarlo volver a temperatura ambiente antes de servir.
- Cómo darle tu toque. Pocos dulces admiten tantas variaciones: añade café espresso para acentuar el cacao, ralladura de naranja para perfumar y una pizca de canela o sal marina para aportar contraste. Y si lo cubres con ganache o un poco de azúcar glas, tendrás un postre tan tentador que parecerá salido de una pastelería.
¿Te animarías a probarlo?
Suena curioso, sorprendente y casi increíble que se pueda usar este ingrediente para hacer un pastel de chocolate tan húmedo. Es probable que lo prepares con cierta desconfianza, pero bastará con probarlo una vez para que se convierta en una de esas recetas que acabas haciendo siempre. Además, es perfecta para esos días en los que te apetece algo dulce y descubres que no tienes mantequilla, huevos o leche en casa.
Y es que a veces los mejores postres nacen de una idea que parece, al principio, de lo más descabellada… pero que en realidad tiene toda la lógica del mundo. ¿Y tú, te animarías a probarlo?
Patricia González
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