Estas galletitas caseras te harán olvidar las industriales para siempre

miércoles 15 octubre 2025 09:00 - Patricia González
Estas galletitas caseras te harán olvidar las industriales para siempre

Hay muchas galletitas saladas en los estantes del supermercado, pero pocas ofrecen la textura y el sabor que se consiguen cuando se preparan en casa. Hacerlas desde cero no solo permite elegir los ingredientes, sino también jugar con su carácter: finas y ligeras, con un punto de sal que despierta el apetito y un aroma que se adapta a cada despensa. Se pueden aromatizar con hierbas mediterráneas, semillas tostadas o una pizca de pimentón. El resultado no tiene nada que ver con el de un paquete industrial: son más delicadas, más sabrosas y, sobre todo, más nuestras.


Por qué te encantarán estas galletitas

Lo que conquista de estas galletitas no es solo su sabor, sino su sencillez. Se preparan en menos de una hora, se hornean sin complicaciones y, aun así, tienen algo especial. Son versátiles, personalizables y mucho más ligeras que cualquier versión comprada. Además, permiten aprovechar especias olvidadas del armario o experimentar con mezclas nuevas sin riesgo. Tienen esa clase de equilibrio que define la buena cocina casera: honestidad en los ingredientes, placer en los gestos y un resultado que siempre invita a repetir.

Ingredientes y materiales

  • 200 gr de harina
  • 1 huevo
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharadita levadura química (polvo de hornear, polvo royal...)
  • 45 ml de agua
  • 45 ml de aceite de oliva suave (o de girasol, si se prefiere un sabor más neutro)
  • Especias al gusto: semillas de sésamo, amapola o lino; pimentón dulce o picante; orégano, tomillo o hierbas de Provenza.
Como material, solo se necesita un bol, una cuchara de madera, un rodillo, un cortador y una bandeja de horno cubierta con papel vegetal. 

Elaboración paso a paso

1. Formar la masa. Mezcla en un bol la harina, la levadura y la sal. Añade el huevo, el aceite y el agua, y remueve hasta obtener una mezcla homogénea. Amasa con suavidad hasta formar una bola lisa, sin trabajarla demasiado.

2. Reposar. Cubre la masa con film y deja que repose en la nevera durante 30 minutos. Este paso mejora la textura y facilita el estirado.

3. Dar forma. Espolvorea ligeramente la superficie de trabajo con harina. Estira la masa hasta un grosor de unos 2 milímetros. Corta las galletitas con el molde que prefieras —redondas, cuadradas o en pequeños triángulos— y colócalas sobre la bandeja de horno.

4. Sazonar. Pincélalas con un poco de agua o aceite y espolvorea las especias o semillas elegidas. Pincha la superficie con un tenedor para evitar que se deformen al hornear.

5. Hornear. Introduce la bandeja en el horno precalentado a 180 °C y cocina durante 15 minutos, hasta que estén firmes y ligeramente doradas por los bordes. Déjalas enfriar sobre una rejilla antes de guardarlas.

En el siguiente enlace encontrarás todos los detalles de la receta y un vídeo para seguirla paso a paso:

Galletitas saladas caseras especiadasReceta Galletitas saladas caseras especiadas

Mini galletitas saladas bien crujientes y super monas que darán paso al aperitivo entre amigos.

Consejos y claves técnicas para que salgan perfectas

La textura perfecta depende de tres factores: amasado mínimo, estirado uniforme y cocción justa. Si la masa se trabaja en exceso, el gluten se desarrolla demasiado y las galletas pierden fragilidad. Conviene estirarlas finas para que el calor llegue al centro sin resecarlas.

Para conservar el crujido, guárdalas en una caja metálica o en un tarro hermético, lejos de la humedad. Si pasan unos días y pierden textura, bastan cinco minutos en un horno suave (150 °C) para recuperarlas.

Las grasas también influyen: el aceite de oliva aporta un perfil más rústico y aromático; el de girasol, uno más neutro. Sustituir parte del aceite por mantequilla añade suavidad y un sabor más redondo.

¡Perfectas para el aperitivo!

Estas galletitas son perfectas para acompañar casi cualquier aperitivo. Van de maravilla con un hummus casero, un tapenade de aceitunas o un queso cremoso con hierbas. También funcionan con un vino blanco seco o un vermut bien frío.

Si se aromatizan con semillas o hierbas frescas, pueden acompañar sopas, cremas o ensaladas. Para una versión más contundente, añade una cucharada de queso curado rallado a la masa: se fundirá durante el horneado y aportará un toque intenso y salino.

Y si prefieres una opción sin gluten, basta con sustituir la harina por una mezcla de arroz y trigo sarraceno: el resultado es distinto, pero igual de satisfactorio.

Patricia GonzálezPatricia González
Apasionada por la cocina y el buen comer, mi vida se mueve entre palabras bien escogidas y cucharas de madera. Responsable pero despistada. Periodista y redactora con años de experiencia, encontré mi rincón ideal en Francia, donde trabajo como redactora para Petitchef. Me encantan el Bœuf bourguignon pero echo de menos el salmorejo de mi madre. Aquí combino mi amor por la escritura y los sabores suculentos para servir recetas e historias sobre cocina que espero te inspiren. La tortilla, me gusta con cebolla y poco hecha : )

Comentarios

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Marta Remy

Muy interesante ,las haré el domingo para el festejo del día de la madre

abuso
Respuesta Petitchef:

¡Qué lindo plan para el Día de la Madre! Seguro que te quedarán deliciosas y sorprenderás a todos. Estas otras de parmesano también suelen gustar muchísimo ---> https://www.petitchef.es/recetas/aperitivo/galletitas-de-parmesano-y-romero-fid-1572892 Disfruta mucho la preparación y el festejo. ¡Cuéntame cómo te salen!