Esta ensalada de lentejas con boniato es una opción rápida y nutritiva y es probable que se convierta en tu nueva favorita

• Fuente de energía: la lenteja aporta hierro, magnesio y proteínas vegetales.
• Saciante y ligera: ayuda a mantener la sensación de saciedad sin resultar pesada.
• Flexible: admite variaciones con otras verduras, hierbas frescas e incluso fruta.
• Práctica: se puede preparar con antelación y guardar en la nevera, conservando su frescura.

• 450 gr batata o boniato (1/2 pieza)
• 3 cdas aceite de oliva
• sal
• pimienta
• 250 ml agua
• 80 gr lentejas
• 150 gr tomates cherry
• 1/2 cebolla roja
• 15 gr perejil
• 20 gr rúcula
• zumo de 1 limón

Cocer las lentejas

• Pon las lentejas en una cazuela con el agua fría. Lleva a ebullición y después cocina a fuego suave durante unos 25 minutos. Escúrrelas y resérvalas.

Asar el boniato

• Pela el boniato y córtalo en dados pequeños. Mézclalo con 2 cucharadas de aceite de oliva y una pizca de sal. Extiende los trozos en una bandeja forrada con papel de horno y ásalos durante 15 minutos a 180 °C

Montar la ensalada:

• En un bol amplio, mezcla las lentejas cocidas, el boniato asado, la rúcula, el perejil picado, la cebolla en láminas finas y los tomates cherry partidos por la mitad.

Aliñar:

• Añade una cucharada de aceite de oliva, el zumo de limón, sal y pimienta. Remueve bien para integrar todos los sabores. ¡Y listo!

• Varía la base: sustituye las lentejas por garbanzos, alubias blancas o incluso una mezcla de legumbres para aportar matices diferentes de sabor y textura.
• Aliña en el momento justo: si preparas la ensalada con antelación, guarda el aderezo aparte y mézclalo justo antes de servir. Así se mantiene la frescura de las hojas y el brillo de las legumbres.
• Juega con los contrastes: añade queso de cabra fresco o feta para un contrapunto cremoso y salino; frutos secos tostados (nueces, avellanas o anacardos) para un matiz crujiente; granada o manzana verde para aportar acidez y frescor; o hierbas aromáticas como albahaca, cilantro o perifollo para realzar los aromas.
• Experimenta con la temperatura: disfrútala fría en los días cálidos o templada para resaltar la dulzura del boniato y la untuosidad de las legumbres.
• Refina el aliño: un chorrito de vinagre de Jerez, unas gotas de mostaza suave o un aceite infusionado con hierbas pueden transformar el plato y darle un carácter más personal.