Salsa a la pimienta casera: el toque de restaurante para acompañar tus carnes de fiesta

lunes 15 diciembre 2025 12:00 - Adèle Peyches
Salsa a la pimienta casera: el toque de restaurante para acompañar tus carnes de fiesta

Cuando pensamos en la mesa de Navidad solemos mirar primero a la carne: el buen solomillo, el chuletón, la presa ibérica marcada en su punto. Luego vienen los purés, las guarniciones, las verduras salteadas… y, casi siempre al final, la salsa. Y, sin embargo, pocas cosas hay tan capaces de subir de nivel una carne como una buena salsa bien hecha.

Esta salsa a la pimienta juega justo en esa liga: es casera, cremosa, muy aromática y lo bastante con carácter como para acompañar sin tapar un entrecot, un magret o un asado de ternera. No es complicada ni exige media mañana en la cocina, pero tiene ese punto de “plato de fiesta” que buscamos cuando queremos que una carne sencilla parezca especial.


Una salsa a la pimienta como la de los restaurantes pero en versión casera

La receta no tiene ningún misterio: una base de chalota, mantequilla, pimienta concassée, un toque de coñac, caldo de carne, nata líquida y una pizca de Maizena para dar con la textura justa. Nada más, pero todo está en el equilibrio.

Los ingredientes (para unas 3-4 personas)

  • 1 chalota (o cebolla pequeña)
  • 20 g de mantequilla
  • 15 g de pimienta en grano
  • 80 ml de coñac
  • 150 ml de caldo de buey o de ternera
  • 1 cucharadita de Maizena (harina fina de maíz)
  • 100 ml de nata líquida (30 % M.G.)
  • Sal

Es una salsa con pocos ingredientes, pero con mucho carácter: la pimienta se nota, es cremosa y tiene un punto de intensidad gracias al coñac.

La elaboración, paso a paso

Sigue nuestra receta haciendo clic aquí:

Salsa a la pimienta casera: cremosa, muy aromática ideal para acompañar carnesReceta Salsa a la pimienta casera: cremosa, muy aromática ideal para acompañar carnes

La salsa a la pimienta tiene la virtud de arreglar cualquier plato de carne sin grandes complicaciones. Funciona igual de bien con unos solomillos o con un simple filete a la plancha que con un pollo hecho a última hora, y se prepara en menos...

Con qué carnes combina a la perfección

Vacuno y ternera

Ahí sí es su “pareja oficial”. Digamos que es donde mejor luce esta salsa. La grasa y el sabor más marcado permiten una salsa de pimienta más intensa, con fondo oscuro y buen chorro de coñac o brandy.

  • Entrecot, solomillo, chuletón, lomo alto, etc.
  • Ternera en medallones o filetes gruesos.

Cerdo: especialmente el ibérico

Aquí también admite bastante intensidad, pero queda muy bien si la salsa es un poco más cremosa y menos reducida que con un chuletón. Funciona muy bien con:

  • Presa, secreto, pluma.
  • Solomillo de cerdo marcado a fuego vivo y luego salseado.

Aves: pollo, pavo y, sobre todo, pato

Con aves es importante que la salsa no tape por completo el sabor, que ya de por sí es más delicado que un vacuno maduro. También encaja, solo que conviene suavizar la potencia:

  • Pechuga de pollo o pavo: filete grueso, bien dorado, con una salsa de pimienta más suave (menos reducción, algo más de nata, quizá mezcla de pimientas).
  • Magret de pato: combinación estupenda si controlas el punto de cocción y no te pasas de pimienta.

Donde no usarla

  • En pescados y mariscos: la pimienta en salsa cremosa se los come vivos.
  • Carnes muy suaves o cocciones largas guisadas (tipo fricandó, estofados): ahí tiene más sentido otra línea de salsa.

Por qué es perfecta para acompañar un plato de carne navideño

Combina bien con casi todas las carnes que piden carácter: entrecot, chuletón, asado, filete de ternera o magret de pato, sobre todo si el corte es jugoso y con algo de grasa.

Es rápida de elaborar: se prepara en unos 20 minutos, ideal cuando el resto del menú ya exige bastante atención.

Viste el plato con un aire de brasserie chic que hace que parezca más trabajado de lo que es, gracias al brillo y al perfume de la salsa.

Se ajusta con facilidad: más suave con un poco más de nata, más intensa si se deja reducir unos minutos o se refuerza con un chorrito de coñac.

Y el mejor indicador: es de esas salsas que invitan a rebañar el plato con pan.

Esta salsa es un acierto seguro para el menú de Nochebuena o Nochevieja

Prepararla con antelación

Puedes dejar la salsa de pimienta hecha el día anterior, siempre que la enfríes rápido, la guardes bien tapada en la nevera y la recalientes muy suavemente el día señalado, sin que llegue a hervir. Si al reposar se ha espesado demasiado, ajusta la textura añadiendo un poco de nata líquida o caldo caliente hasta que vuelva a estar fluida.

Cantidad y presentación en Navidad

Si buscas un menú de Navidad algo más ligero, sirve la salsa en poca cantidad, simplemente napando la carne con una capa fina en lugar de inundar el plato. Así respetas mejor el sabor del corte y el conjunto resulta menos pesado.

Cómo suavizarla si queda demasiado fuerte

Si la salsa te queda muy intensa, puedes equilibrarla al final de la cocción añadiendo un poco más de nata o una nuez de mantequilla para redondear el sabor. Si además está excesivamente reducida, suma también un poco de nata o caldo para que recupere una textura más sedosa.

Adèle PeychesAdèle Peyches
Responsable editorial que ansía el invierno para comer fondue. Apasionada por la gastronomía y siempre en busca de nuevos sabores, estudié derecho antes de regresar a mi primer amor: el gusto por los buenos productos y el placer de compartirlos alrededor de la mesa. :)

Comentarios

Califica este artículo:
5/5, 1 voto