¿Una mermelada de ciruelas casera con solo tres ingredientes? Sí, es posible, ¡y está absolutamente deliciosa!
Cuando las ciruelas alcanzan su punto de maduración perfecto, no es raro encontrarte en la cocina con kilos de fruta imposibles de consumir de una vez. Son demasiadas para comerlas tal cual y demasiado buenas como para dejar que se echen a perder. En ese momento, la mermelada es la mejor solución. Esta receta, tan sencilla como efectiva, convierte esa abundancia en un dulce concentrado ideal para disfrutar durante todo el invierno.
Con su textura melosa y su sabor intenso, la mermelada de ciruelas casera es un placer, por ejemplo untada sobre una tostada. Sigue nuestra receta que te damos a continuación para lograr un resultado impecable, sin gelificantes ni aditivos. Una cucharada sobre pan con mantequilla, mezclada con yogur o como cobertura de una tartaleta… ¡cualquier opción resulta deliciosa!.
Ingredientes esenciales
- 500 gr de ciruelas deshuesadas
- 400 gr de azúcar
- zumo de 1 limón
Lista en menos de una hora
- Pon en una cacerola las ciruelas deshuesadas, el azúcar y el zumo de limón. Remueve bien.
- Lleva a ebullición, baja el fuego y cocina unos 30 minutos, removiendo de vez en cuando.
- Comprueba el punto: pon un poco de mermelada en un plato frío. Si se espesa, está lista; si no, deja cocer 10 minutos más.
- Rellena botes esterilizados con la mermelada en caliente, ciérralos y colócalos boca abajo unos minutos para garantizar la conservación.
Por qué esta receta funciona tan bien
- Sencilla: solo tres ingredientes y sin complicaciones.
- Textura ideal: la ciruela tiene pectina natural, que al cocinarse con azúcar y un toque de limón se activa y espesa la mezcla. Así se logra una mermelada con textura perfecta, sin necesidad de gelificantes.
Claves para una mermelada infalible (y con variantes)
- El punto justo de cocción: no la dejes hervir demasiado; una mermelada sobrecocinada pierde frescura y sabor. Comprueba siempre con la prueba del plato frío.
- Elige fruta madura pero firme: si está demasiado pasada, tendrá menos pectina y el sabor será más plano.
- Espuma fuera: retira la espuma que se forma al hervir; no solo mejora la textura, también da un acabado más limpio y brillante.
- Remueve con paciencia: hazlo con cuchara de madera y siempre desde el fondo, para evitar que la fruta se pegue.
- Reposo antes de abrir: deja los tarros cerrados y boca abajo al menos 24 horas antes de consumir; la textura se asentará y el sabor será más redondo.
También puedes aplicar esta receta a otras frutas de verano como albaricoques, melocotones o cerezas: solo ajusta un poco el tiempo de cocción según su jugosidad.
En pocas palabras
La mermelada de ciruelas casera es la forma más sencilla de disfrutar de un dulce auténtico y lleno de sabor: rápida, deliciosa y con el gusto auténtico de la fruta bien madura y de temporada.
Adèle Peyches
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